Hessel, a su edad, no se esperaba un éxito como el que está cosechando con sus obritas y con su manera de pensar. Ha abierto un estilo que está creando escuela: libros de cincuenta páginas, pequeños, menudos, pero que contienen un pensamiento revolucionario y novedoso. Además el precio, 5 euros, es ideal para las personas a las que va dirigido. Un movimiento honesto que quiere cambiar el mundo por otros métodos.
Y ediciones Destino han estado atentos al fenómeno de los indignados y, sobre todo, el editor Ramón Perelló, que ha pergeñado una obra con cuatro de los portavoces del movimiento del 15M o de la Puerta del Sol. Buscó y encontró a cuatro jóvenes, de distintas edades y venidos desde distantes puntos cardinales como son, Barcelona, Cádiz, Santiago de Compostela y, no podía faltar, Madrid, lugar de reunión de los primeros indignados.
Klaudia Álvarez, Pablo Gallego, Fabio Gándara y Óscar Rivas son los escritores que se han atrevido a lidiar como portavoces del movimiento. Cada uno con una ocupación y unas características distintas de los demás. Dos de ellos, bastante tímidos, los otros dos con más capacidad de líderes, que aunque huyan de los partidos políticos, probablemente caerán en su redes porque facultades como políticos no les faltan.
Claudia Álvarez es profesora de Imagen y Sonido en Terrassa y coordina el equipo de comunicación de Democracia Real Ya, uno de los gérmenes y, probablemente, el de mayor importancia del movimiento 15.M. Para ella, el libro “no es un análisis de lo que está pasando visto desde fuera, sino visto desde dentro”, dice tímidamente y titubeando ante los micrófonos. “Es un relato personal y como lo experimentamos”, recalca.
Pablo Gallego es más experimentado en estas lides, diplomado en Ciencias Empresariales y estudiante del ICADE, es el cerebro económico de este movimiento, aunque no olvida los posicionamientos sociales. “La gente de nuestro país está dormida”, afirma rotundo con toda la razón del mundo. Para él, la Unión Europea es más un problema que una solución.
Fabio Gándara está licenciado en Derecho y Ciencias Políticas, ha trabajado en el bufete Cuatrecases y se le notan muchas tablas en eso de hablar con la prensa, aunque dicen que en su movimiento no hay líderes y sí una tupida red, la verdad es que él se desenvuelve como un líder político aunque diga lo contrario, “somos personas que hemos estado en el movimiento desde el principio, que tenemos unas ilusiones, esperanzas e inquietudes que nos hacen habernos unido”, así define a los participantes en este movimiento.
El madrileño Óscar Rivas es el más tímido de todos, el menos hablador, pese a dar clases sobre la radio, dice que su encuentro fue casual y fue Destino, o el destino, el que quiso que él estuviera aquí. Sí quiere aclarar que, ante la mucha información y desinformación que ha habido, él quiere contar su experiencia personal.
Los cuatro hablan sin atropellarse, se dan y ceden la palabra según creen quién puede contestar mejor, se les nota una sintonía total en su discurso. Cuando son temas económicos es Pablo quien lleva la voz cantante. Favorable a la Unión Europea, no cree que el camino que siguen sea el adecuado. “No tenemos que seguir ningún modelo establecido, nosotros estamos inventando nuestro propio modelo”, dice orgulloso.
Se declaran apartidistas, aunque un grupo de indignados valencianos haya fundado el MAC2012 (Movimiento anti crisis 2012). No creen en los partidos actuales, sobre todo los grandes, como tampoco creen en los sindicatos horizontales, “que de horizontales tienen bastante poco”, recalca Fabio. Creen en la red porque nacieron en la red, pero también creen en la calle y en otros soportes diferentes para llegar a más gente.
A algunos les ha sentado mal que escribiesen un libro, pero ellos se defienden diciendo que así llegan a otro tipo de personas. También han participado en programas de la cadena amarilla de televisión Tele 5; eso sí que es un error imperdonable debido a la poca experiencia que en ocasiones demuestran. El querer llegar a la mayor cantidad de gente en el menor tiempo posible hace que se cometan esos errores más propios de angustiados que de indignados.
Pese a ello, se muestran dignos, sinceros, cercanos, amables y, sobre todo, originales. Saben que lo que han conseguido es un nuevo modelo pero, seamos sinceros, de difícil articulación a corto plazo. Los actuales partidos políticos tienen un sistema favorable a ellos y sería hacerse el seppuku cambiarlo. El cambio tendrá que ser lento con una gran labor de información y sobre todo de educación. Hay que tener en cuenta que ya hace años hay varios autores, entre ellos, Fernando de Orbaneja, que viene diciendo lo que ellos dicen ahora.
Modificar los valores sociales impregnados en una sociedad dormida como la española lleva tiempo y dedicación. Ellos son el primer paso porque su estrategia ha funcionado como nunca antes lo había hecho. Está claro que el futuro está en ellos, sólo falta que lo conquisten.
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