José Miguel Borja presenta “Como si nada hubiera sucedido”
jueves 23 de octubre de 2014, 13:23h
Por Javier Velasco Oliaga
El escritor valenciano José Miguel Borja ha presentado en Madrid su última novela titulada Como si nada hubiera sucedido, publicada por la editorial Infova. Es el retrato de la familia del capitán Salcedo y su relación con un agregado diplomático inglés, que casi cuesta un escándalo diplomático entre ambos países. El dicho de que la realidad supera a la ficción se le puede aplicar perfectamente a esta novela.
El texto narra una historia real que combina a la perfección misterio, realismo mágico y amor: un cóctel explosivo cuando se maneja sabiamente. Borja lo hace espléndidamente y a su antojo, convirtiendo a la novela en un fresco decimonónico, por cierto, similar al lugar donde ha citado a sus amigos para presentarla. Es quizá su libro más ambicioso y original.
La presentación tiene lugar en una sala de la Asociación de Escritores y Artistas, a medio camino entre una logia masónica y un salón de baile del siglo XIX, forradas de madera sus paredes y con caducos papeles pintados; con una colección de retratos de escritores insignes y laureados, como Echegaray o Benavente, o autores más recientes como Guillermo Díaz-Plaja, que cuelgan de las paredes. Tengo la sensación de trasladarme en el tiempo a una España de la decadencia colonial.
Borja traspasa en su charla el tiempo y lo estruja a su modo. Es, como él mismo reconoce, “un empedernido narrador de historias”, ya que no pudo o no supo hacer películas, que es lo que le hubiese gustado, pero su libro es como una película leída, igual que su lenguaje, que es muy visual y cinematográfico. En su obra es difícil establecer distinciones entre lo real y lo imaginado, entre lo que es verdad o mentira, porque al fin de al cabo ¿qué es la verdad? “La verdad no me importa, la cuestión importante es contarlo. La verdad no tiene gracia y es aburrida”, afirma este autor de familia famosa e inquietante: nada menos que los Borgia.
Para Borja la fantasía y la realidad no es necesario que sean pedagógicas y ejemplarizantes, porque “es en la magia y en el misterio donde radica la literatura”, explica tranquilamente al auditorio como si estuviese en un café tomando esa bebida que, aunque tuvo su origen en la profundidad de Abisinia, se hizo más popular cuando vino procedente del otro lado del Atlántico. Para él la lectura del libro tiene un claro objetivo: “evadirse, huir y salir de la aburrida cotidianidad con la novela”. Si lo consigue o no, será el lector el que tenga que decirlo.
José Miguel Borja se siente como el jardinero que planta la semilla en la tierra y ve cómo poco a poco se ramifican sus ramas hasta producir un árbol hermoso y robusto. Así son sus novelas, árboles que va mimando mientras crecen sus ramificaciones de tramas de personajes, construye los decorados, los ambientes, los diálogos y la dirección que toman los protagonistas, siempre con la finalidad de que el lector lea sus historias, porque si no tanto esfuerzo sería baldío.
Se considera un “outsider” de la literatura: “ir a mi aire, vivir al margen de todos los cánones establecidos”, dice. Porque lo que quiere es que “mis lectores sean felices cuando lean mis obras”, agrega. Toda una filosofía digna de tener en consideración, que describe en sus páginas: la búsqueda de la felicidad, los maestros masones que pergeñaron la constitución de los Estados Unidos, quizá por eso escogió este escenario.
“La novela se divide en dos partes, la primera trata sobre la familia del capitán Salcedo y es relatada por un narrador omnisciente. La segunda versa sobre la otra familia del mismo capitán, la familia allende el océano y la narra en primera persona, la otra mujer del capitán Salcedo, la habanera, mulata, zumbona, Martina”, concluye el autor su exposición.
El acto tuvo dos presentadores de excepción: el escritor, sociólogo, tertuliano y muchas cosa más, pero editor al fin de al cabo, Amando de Miguel, de la editorial Infova, “que contra lo que muchos opinan no es una bailarina del este europea”, dijo con humor el autor más prolífico del panorama literario español. “Borja es para mí un hombre curioso, que escribe magníficamente y ésta es una novela de misterio en la que cada párrafo esconde un sorpresa. Hay exotismo, erotismo e imaginación a raudales”, comenta.
Pero ahí no se queda la cosa, la novela parece una biografía, según el escritor zamorano, pero su género es como el realismo mágico pero con una gracia especial. “Cuando lees la novela hay un regusto a habanera, huele a calafate, a la pez de los barcos del Mediterráneo y de Cuba”, añade y, por supuesto, recomienda su lectura más como amigo que como editor. Presentó el acto Andrés Laína que en su breve parlamento invitó a los presentes a leer la obra, “una obra que me ha encantado y que incita a la lectura”, añadió.
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