“Decimos lo que nos da la gana, sobre todo lo humano y lo divino sin cortapisas”, afirmó sobre su trabajo en la cadena televisiva que al parecer es la única que todavía no ha comprado Silvio Berlusconi, según comentó Buenafuente, pero siempre, señaló, “con el respeto que se merece el público”. Sobre su trabajo en la televisión de Roures dijo que estaba muy orgulloso de trabajar allí, pero cree que el programa va demasiado tarde, “la televisión tendría que hacer un reset y actualizar las parrillas”, sugirió.
En su opinión en España los informativos van tarde, los “late” van muy tarde”, y recordó que “en los Estados Unidos éstos empiezan a las 11 de la noche, aquí bastante después de la medianoche, parece que no piensan que en España se madruga para trabajar”, añadió. Respecto a la posible competencia con el “late” que próximamente pondrá en antena la Cuatro por parte de Santi Millán, les deseó lo mejor posible “siempre desde la segunda posición que va a ocupar” y además recordó que “Santi fue colaborador nuestro en anteriores etapas”, algo habrá tenido que aprender de esa experiencia.
Sobre el proceso de creación del libro dijo: “para este libro teníamos mucho material y llevábamos más de un año sin sacar uno”, relató. Los monólogos los escriben un grupo de redactores, 16 en total incluyendose él mismo y a Berto, que cuando sale al plató, en muchas ocasiones, los modifica, “improviso mucho”, señaló. Hay una redactora encargada de transcribir lo que se dice en el monólogo y que según Buenafuente se queja mucho porque son muchas las improvisaciones que mete en ellos.
De todas formas, “el libro plasma lo que se ve en antena”, afirmó rotundo. Son 68 los monólogos que contiene su obra, más dos introducciones, una de su alter ego en antena, Berto Romero, y otra, de él mismo, que escribió a comienzos de año en Nueva York cuando andaba empapándose de los que se hace en las televisiones americanas para seguir mejorando y estar puesto al día, cosa que consigue cada noche y que refleja perfectamente en su libro, del que dice haber “perdido la cuenta de los libros que he publicado”.
Dice haber tenido especial cuidado con la portada del libro, “quería una portada digna del Renacimiento. Es del dibujante argentino Luis Gaspardo, al que no conozco personalmente, toda la relación la hemos mantenido por correos electrónicos. Además le dije que quería ver lo que había detrás de ella. Por eso, en la portada aparezco como en el cuadro de la Mona Lisa de Leonardo da Vinci y en la contraportada lo que se vería por detrás, con un Berto caracterizado de Leonardo y yo con el culo al aire. Gaspardo la única pregunta que me hizo fue: ¿Qué nivel de culo quieres que se vea?, probablemente piense que soy un perturbado y no va muy desencaminado”, contó.
La presentación se desarrolló en el ático de un conocido hotel de Madrid, concretamente en su ático, con unas vistas esplendorosas sobre la Plaza de Santa Ana. Con un sol reluciente que le dio pie para gastar algunas bromas, “tenéis un tiempo cojonudo en Madrid, seguramente por culpa de la Presidenta que lo controla todo, hasta el tiempo, en Barcelona sin embargo está hoy lloviendo, eso es por el tripartito, que está siempre a la greña y no hay nadie encargado del estado del tiempo, allí no lo lleva nadie”, dijo.
También bromeó sobre el partido Madrid-Barsa. Para él ya estaba jugado en la cadena de Roures y “el resultado sería de 2 a 3 para el Barsa, con tres goles de Messi en una mala tarde, ya que suele meter cuatro por partido, el último gol del Madrid sería de Higuaín”, comentó entre risas, propias y de los asistentes.
Su discurso en el acto fue parecido a uno de sus muchos monólogos, puesto en pie acodado en una pequeña mesa alta y con un vaso de agua en la mano departió con todos los presentes y contó pequeñas extravagancias sobre él mismo; dijo sentirse “un fracasado como vago. Me gustaría estar sin hacer nada tirado en mi sofá pero no he podido y he tenido que trabajar mucho para pagar la hipoteca de mi piso y también el de mi madre”.
Reconoció estar “contento y orgulloso con el programa que hago, pero también muy cansado” pese a ello, añadió que “lo más importante es pasártelo bien y el público, la gente que viene al plató o me ve en televisión sólo me da cariño”. Se definió como un “anfitrión amable” y añadió que “normalmente el nivel de los invitados es muy alto. El programa enseña a la gente cómo son. Para lo bueno y lo malo”.
“Últimamente me he dado cuenta que hay un hartazgo de la política, que ellos se han ganado a pulso”, es por ello que no suele invitar a muchos políticos y sí a artistas y a personas relacionadas con el mundo de la cultura y que la gente no lee tanto como quisiéramos. Para concluir afirmó que de momento “Obama todavía no ha demostrado nada”, habrá que esperar.
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