Vicente Mora, productor y guionista de dilatada experiencia, tanto nacional como internacional, se mostró igual de contento en la presentación de la quinta novela de Escobar, la cuarta de la saga, de la que son protagonistas Hércules Guzmán Fox y sus amigos, el afro americano George Lincoln y la cubana Alicia Mantorella. El acto fue presentado por Silvia Rodríguez Coladas, responsable del departamento de prensa de la editorial La Factoría de Ideas, que lleva publicando, con gran éxito, las tres últimas novelas de Mario Escobar, que es el único escritor español de su editorial con el que se muestran muy satisfechos por los extraordinarios resultados que les está dando su colaboración.
El productor Vicente Mora, que presentó el libro, contó la historia de cómo él se acercó a la literatura y, más tarde al mundo cinematográfico, "mi familia siempre me decía que los betsellers y la novela histórica que mezclaban personajes ficticios con otros reales eran una basura. Por diversas razones, me vine a vivir a este país y me dediqué a estudiar. Al cabo de los años, un amigo común -yo ya estaba metido en el mundo de la producción y quería hacer una película de corte internacional- me habló de Mario. Me dijo: a lo mejor no te gusta, porque sus novelas son betsellers. Lo primero que leí fue Conspiración Maine, que me encantó. Tenía todo lo que hace falta para que una novela se pueda transformar en una película. Me entusiasmó. Le conocí, nos caímos estupendamente", dijo.
A partir de ahí siguió siendo extremadamente fiel a todo lo que escribe Escobar. Cree que es un prejuicio absurdo el considerar que porque se escriba literatura que gusta o literatura que no ha escrito alguien desde el punto de vista de lo bien considerado por el crítico de turno como profundo, es menos malo o más. "Las novelas de Mario están muy bien escritas. Tienen todos esos elementos que hacen que sean pedagógicas. Tienen unos personajes que están muy bien construidos", señaló. También destacó que sus tramas son estupendas, son capaces de mantener la tensión, son pedagógicas y al mismo tiempo hacen que se crea una historia.
"Sería un espléndido guionista, aquí es donde se ha equivocado de profesión, estoy absolutamente convencido. Sabe escribir acciones de una manera muy cinematográfica, con descripciones exactas que se dirían a cualquier actor para saber qué es lo que tiene que expresar a nivel emocional", continuó diciendo y como ejemplo añadió: "si cogemos las cuatro primeras páginas de La profecía de Aztlán, ni Indiana Jones está tan bien hecho. Si no recuerdo mal: Quinta Avenida, unos señores acaban de matar a un personaje y salen con un corazón por dicha avenida en el año 1915. Inmediatamente corte y nos vamos a Londres, con una maravillosa exposición, con códices de incalculable valor, entran unos señores y van a cometer un robo, delante de todo el mundo, y un asesinato salvaje. Inmediatamente después, nos vamos al Lusitania, donde nos está dando la pista de la tercera trama. Todo eso en escasos tres minutos cinematográficos. Es extremadamente complicado encontrar un argumentista como él".
Como pueden apreciar, todo son alabanzas para el autor y la realidad es así. Las novelas de Mario Escobar son muy cinematográficas, con unas tramas muy bien elaboradas, con unos cambios de planos trepidantes y con muchas aventuras exóticas en sus páginas. La época escogida comienza a finales del siglo XIX en Cuba y continúa en los albores de la Gran Guerra del Catorce. La guerra está presente, pero de forma apartada, lejana. Es el gran acontecimiento que se está viviendo en el mundo, pero se está desarrollando en otro continente. Mientras, los protagonistas viven inauditas aventuras y experiencias, siempre con un alto contenido de enigmas históricos.
En el acto, Mario Escobar dejó escapar sobre qué iba a tratar su próxima obra, que se centraría en la Guerra Civil Española y la posguerra. Los derechos de esta novela también han sido comprados para la adaptación cinematográfica. En esta misma web podrán leer la crítica de su último libro y si quieren pasar unos buenos momentos, les recomiendo que incluyan esta obra entre sus lecturas. Además de gozar con las descripciones y de sorprenderse con los textos, se darán cuenta de que leyendo a Mario van a aprender historia deleitándose con sus páginas.
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