La puerta de los tres cerrojos se convirtió en uno de los fenómenos editoriales de 2011, consiguiendo uno de los objetivos de su autora: acercar la física cuántica al gran público a través de la fantasía y la imaginación. Ya van cinco ediciones en castellano y la cuarta en catalán con cerca de 50.000 ejemplares vendidos.
Ahora Sonia Fernández-Vidal, doctora en física cuántica, nos descubre la física del amor, la energía más poderosa del universo. ¿Qué relación tiene la ciencia con el sentimiento más universal de la humanidad? ¿Querer se puede explicar a través de la física? Todas estas preguntas y muchas otras tienen respuesta en Quantic Love, una historia de amor y ciencia protagonizada por una chica y dos chicos que pasan el verano en el CERN, el Centro de Investigación Nuclear de Ginebra. Un triángulo amoroso con el que viviremos una historia apasionante y emotiva y con la que además descubriremos el interior de los laboratorios y la realidad de los científicos actuales. Quantic Love es la novela que resuelve la ecuación del amor.
Esta novela, cuya portada ha sido elegida en la red por miles de internautas, cuenta con una banda sonora compuesta e interpretada por el grupo Nikosia que se puede escuchar en Quanticlove.com. En sólo mes y medio de vida, se han vendido más de 30.000 ejemplares y cientos de lectores han contactado con los personajes de la novela cuyas direcciones de e-mail aparecen a lo largo de la historia.
Cuando Laila Fortuny acaba el bachillerato, sus padres se quedan sin trabajo. Para pagarse los estudios consigue un trabajo de camarera en el CERN, el reconocido Centro de Investigación Nuclear, cerca de Ginebra. En la cafetería donde trabaja conoce a Alessio, un joven periodista en prácticas amargado porque tiene que pasar el verano en "el sitio más aburrido del universo", un acelerador de partículas de 27 Km de circunferencia donde el frío supera cualquier otro sitio del cosmos. Pero el corazón de Laila se acelera la tarde que intima con Brian, un estudiante de doctorado que se prepara para su traslado a Los Álamos, Nuevo México, donde se realizan proyectos militares. Su amigo se ofrece a enseñarle les instalaciones mientras le cuenta los secretos de la física cuántica. Alessio califica a Brian como un "cerebro con la inteligencia emocional de un niño de 15 años", pero Laila está fascinada con el joven científico que parece inmune a sus encantos. Mientras sirve menús diariamente a centenares de investigadores que tropiezan con las sillas, Laila se encuentra atrapada entre las aproximaciones intempestivas de Alessio y las divagaciones de Brian sobre la ciencia y el cosmos. Ella espera su primer beso durante el verano más emocionante de su vida pero acabará descubriendo que el amor es la energía más poderosa del universo.
Sonia Fernández-Vidal trabajó en el Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) dentro de un proyecto europeo sobre "Computación cuántica escalable con luz y átomos" (SCALA). Hasta 2009 trabajó como investigadora en la UAB en un proyecto español sobre Óptica e Información Cuántica. Ha combinado la investigación con otra de sus grandes pasiones, la docencia en la universidad y en centros para adultos. Ha hecho numerosas charlas sobre introducción a la física cuántica para públicos no científicos con el objetivo de abrir la conciencia de la gente a realidades diversas.
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