La novela comienza con el descubrimiento, por parte del autor del libro/narrador principal, de una novela llamada Dónde crees que vas y quién te crees que eres, por lo que la novela que leemos es una novela dentro de otra novela. Pero el volumen que el narrador se encuentra no es sólo un libro, como se advierte en las primeras páginas. Y, según avanza en la lectura, descubrirá cómo la novela puede salirse de las páginas y entrar a formar parte de la realidad a través de interesantes y profundas reflexiones que emiten los personajes de la novela que están dentro de ella.
Estos personajes carecen de una descripción propia y objetiva, somos los propios lectores los que tenemos que darles forma partiendo de la base de sus actos y su modo de vida y de algún detalle insignificante como la localización de un pequeño tatuaje. Y en el caso del autor principal que comienza a leer Dónde crees que vas y quién te crees que eres ni eso, no tenemos ni un solo dato, ni un pequeño hilo del que poder tirar para adivinar su aspecto, sólo contamos con flashbacks de su pasado que podrían decirnos cómo fue, pero no sabemos si ha cambiado a lo largo de los años o si sigue siendo el mismo.
Las distintas historias que componen la novela de Benjamín Prado están contenidas unas dentro de otras como muñecas rusas, pero a diferencia de éstas, no estarían tan bien diferenciadas unas de otras si no fuera por los colores en los que están impresas. Cada una de las tramas tiene su propio color, negro, azul o rojo, dependiendo de si estamos en la vida del narrador, de Stevenson y Romeo Portugal o de Turpín.
Pese a que en apariencia cada historia es una novela o los hechos que suceden en un libro que aparentemente es de ficción, los sucesos que ocurren en la novela que están leyendo los personajes de otra novela (sé que así puede sonar un poco confuso, pero en el libro no lo es tanto) tienen su repercusión en cada uno de los argumentos que componen esta obra.
Las reflexiones de estas historias tampoco dejarán indiferente a nadie que lea este libro. Distintas formas de ver el azar, la suerte, el destino, la personalidad o los libros surcan las páginas de esta novela de principio a fin: personajes que se vuelven reales al introducirnos en ellos durante la lectura, autores cuyas vidas fueron miserables pero que en sus obras plasmaron lo mejor de la naturaleza humana pese a que ellos sólo conocieron miseria, dolor y desamor, ambiciones que acaban con nosotros mismos, la desgracia del exceso de mala suerte y de buena suerte también, etc.
En definitiva, una novela original en cuanto a su estructura, personajes y reflexiones que nos hacen pensar mientras pasamos un buen rato con las aventuras de todos los que forman parte de las historias que Dónde crees que vas y quién te crees que eres nos cuenta.
Literatura infantil y juvenil
Puede comprar el libro en: