Alice va al último curso en el instituto. Sólo le quedan unos exámenes y podrá presentarse a la selectividad. Mientras, a su alrededor ocurren cosas nuevas, excitantes y desconocidas: el primer amor, la primera vez… Es difícil ser adulto y aprender a ser uno mismo… Además, en su casa las cosas no van muy bien, su padre viaja constantemente por motivos de trabajo, aunque Alice sospecha que hay algo más. El mundo de los adultos es un caos y el suyo también, y encima no parece haber nadie que la ayude a contar las estrellas.
Por otro lado, Carlo es de los que se sienta siempre en la última fila, pero no por estar con los más cool sino porque se siente diferente a todos los demás, tiene la impresión de que no encaja en ningún sitio…Es tímido, un poco desastre y se esconde tras un par de gafas que le hacen parecer distraído y empollón. Y siempre, siempre llega tarde… Está harto de todo, así que tampoco se inventa excusas. Aunque las cosas irían mejor si alguien como Alice se enamorara de él. Pero eso es imposible... O al menos eso parece...
Las estrellas se pueden contar está lejos de ser un relato lineal ya que muestra dos miradas diferentes de una misma historia, la de Alice y la de Carlo. Las dos historias no son completamente idénticas aunque el hilo principal sea el mismo, sino que cada una de las narraciones se centra más en el personaje que nos cuenta sus vivencias, desde el punto de vista de un narrador en primera persona. Es una misma trama en la que no difieren los hechos, sino las emociones, la perspectiva y el estilo, cada uno acorde con su protagonista.
Los dos protagonistas son dos personajes adolescentes que, según avanzan las páginas, van metiéndose más de lleno en la realidad de la vida, ya que no vivirla no es una opción válida. Las distintas experiencias, tanto dulces como amargas, van influenciando poco a poco a los personajes, quienes van curtiendo su personalidad con las circunstancias que les van asaltando cada día. Así, estos personajes experimentan una serie de cruciales cambios tanto en su vida académica como personal que les acompañan en el paso de la adolescencia al comienzo de la vida adulta.
En cuanto al título de la novela, es una gran metáfora del amor, ya que todos pensamos que por amor o cuando encontremos el amor, podremos hacer cualquier cosa, “incluso contar las estrellas”. Ésta y otras citas que invitan a reflexionar sobre la vida, los sueños y el amor nos acompañan durante todo la novela, dándonos una visión muy especial de nuestra existencia.
En definitiva, una historia cercana y cotidiana a dos voces que nos muestra diferentes maneras de vivir en el paso a la vida adulta.
Puede comprar el libro en:
Alice. Carlo. Dos miradas. Dos maneras de vivir. Un solo amor.