No puede gestionarse bien lo que está mal planteado, lo que no funciona. La situación no es la de 1996. El autor describe una sociedad inviable, en la que demasiada gente vive del Estado, y un modelo político insostenible, que es el problema y, en ningún caso, la solución.
Escrito el libro como Carta a Rajoy, Enrique de Diego exige en él una regeneración democrática con urgencia –división de poderes, reforma electoral, independencia del Poder Judicial-, el cierre de las autonomías por insostenibles, auténtico cáncer de nuestra economía, y un replanteamiento del Estado de bienestar antes de que entre por completo en colapso, abriendo las grandes líneas de gasto a la eficiencia de la liberalización y permitiendo, de esa forma, vías de negocio que reactiven una economía en crisis que marcha desbocada hacia la catástrofe.
Cheque escolar en educación, sistema de capitalización en pensiones, gestión empresarial en Sanidad, según el ‘modelo Alzira’, son las soluciones que el autor explica, desgrana y ofrece. En la línea de los grandes pensadores defensores de la civilización occidental, Enrique de Diego denuncia la adoración al Estado, a Leviatán, en la que han quedado atrapadas muchas personas, mediante la estafa perpetrada por el intervencionismo.
De patriota a patriota, reivindicando el patriotismo como un vector de dinamismo y de fuerza vital para superar este atolladero histórico, el autor plantea a Mariano Rajoy que anteponga los intereses de España a los de su partido y el imperativo ético, sin componendas, de la persecución de despilfarradores y corruptos, de forma que devuelvan el dinero depredado, o, en otro caso, Rajoy y su partido devendrán en etapa transitoria de la regeneración. Una llamada a la acción, llena de coraje y lucidez, llena de soluciones, un auténtico programa Para salvar a España, el único posible, dada la gravedad de la crisis de modelo.
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