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La mirada del historiador" es presentado como un libro que es un hilo conductor, soporte de consejos de autoayuda y que es capaz de difundir una imagen amable de este gran historiador. Ante las manifestaciones efímeras de la cultura, la obra de Santos sigue siendo soporte de obras valiosas y es capaz de recibir un merecido homenaje en esa nueva obra, la cual da su reconocimiento a uno de los autores que más han enriquecido el mundo editorial. Este reciente libro es un análisis del recorrido intelectual de Santos Juliá para descubrir viejas tertulias y desenterrar otras olvidadas.
El libro conduce a releer la obra de Santos Juliá ya que realiza el análisis y valoración de toda la obra del historiador, la que supone el máximo reconocimiento a un autor para una mayor promoción y difusión de la obra.
Por tanto, el libro es una obra de homenaje por razones obvias: Santos es una de las piezas fundamentales de regeneración historiográfica, porque ha escrito sobre toda la historia contemporánea dando lugar a libros con coherencia en los que el fin de uno sirve como comienzo para otro.
Santos es, a su vez, muy riguroso en cuanto a las fuentes o a la hora de escribir. Por lo que fue adquiriendo una escritura cada vez más brillante y con una capacidad de expresión oral siempre cada vez más contundente.
Siempre polémico, Santos es un historiador de opinión, además de académico. De este modo, la presencia pública que ha adquirido Santos es indudable, todos le hemos escuchado o leído. Pero su importancia deriva de la fuerza de su obra, porque él nunca tuvo poder académico, pero su presencia siempre ha sido superior a la de otros académicos.
Santos es, sobre todo, un historiador de la Transición y un historiador en la Transición, difícil de entender fuera de ese periodo histórico, ya que se ve el aprendizaje democrático que la sociedad española pone en marcha en aquella época y que no se ha vuelto a repetir en la sociedad contemporánea.
La mirada del historiador no es, por tanto, un homenaje habitual, sino que es un libro que se ha sometido a examen y en el que se ha castigado a los autores que no quisieron colaborar en el libro con la escritura de textos acerca de Santos Juliá. Algunos de los que escriben en este libro lo dicen expresamente y todos lo piensan: no es un libro-homenaje que cierra la obra de santos, sino que pretende provocar a Santos para que siga escribiendo.
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Además, es una obra que pretende ser coherente, no es un libro en el que se introducen páginas de un modo ilógico que envían todos los autores de renombre que quieren participar. Al igual que en la obra de Santos, se tratan desde los últimos días de la monarquía de Alfonso XIII, hasta los temas del socialismo o los intelectuales de finales de siglo. Todo ello siguiendo la implacable lógica racionalista de Santos, que a veces resulta ser excesiva.
En este libro se recogen, por tanto, los temas que él empezó a tratar desde el principio, como las clases sociales y su pugna por el control de los recursos, pero dice desde el comienzo que las clases no actúan, así que deben organizarse y estar representadas por instituciones. Sin embargo, las instituciones buscan clientelismo y al final acaban actuando como los viejos caciques; y los dirigentes acaban guiados por su autopercepción, errores o discrepancias divergentes. Esto está aplicado sobre todo a la Segunda República y a la Guerra civil, donde se contemplan, por encima de todo, los enfrentamientos sindicales e interpartidistas, las rencillas entre los que quieren ganar la guerra o hacer la revolución. Santos dice que, pese a que se vean estos dos procesos como un fracaso, el escritor dice que el gran fracaso ha sido el atraso al que el franquismo acabó sumiendo a España.
A su vez, las élites dirigentes pueden ser más o menos inteligentes y están dominadas por los estereotipos, por lo que ven la realidad de forma distorsionada. Dejando esto a un lado, Juliá nos muestra la complejidad de los personajes históricos, lo que pasó, por qué pasó y cuáles eran los actores concretos y reales.
Ha enseñado a muchos a crear escuela aunque él no la tenga; no se le puede adscribir a ninguna escuela, pero en esta disciplina la carencia de modelo teórico centralizado no es ningún problema. Pero con todo, ha ofrecido una de las mejores síntesis de la historia de España del siglo XX, reduciendo así el monopolio de historia que tenían los hispanistas.
En este libro han participado 25 autores. Todos declaran un claro punto en común: la escritura sincera de autor narrativo, decimonónico, analítico, conceptual, preocupado por la historia, las ideas y la teoría; Santos Juliá es un historiador que ha conseguido una calidad de página incuestionable con una gran belleza estilística, de prosa historiográfica, expresión sutil y penetrante, excelente estructura, buen pulso literario y una belleza expresiva.
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