David Mark, antes que novelista, fue periodista de la sección de sucesos. Desde que tiene memoria, él siempre ha estado obsesionado con la idea de escribir, por lo que estudió periodismo, pero siempre teniendo en mente que sería algo temporal (aunque haya pasado más tiempo que el que David hubiera querido).
Su escritura, como podrán comprobar si leen esta novela, se caracteriza fundamentalmente por una descripción exhaustiva y precisa. El autor quiere que seamos transportados a donde están los personajes y que experimentemos lo mismo que ellos. Para ello, escribe en el tiempo en que aparecen, lo que nos transmite que las descripciones participan y encajan muy bien en la historia sin ralentizarla.
Pero pese a estas descripciones tan vastas, la novela no llega a las 300 páginas. Según David Mark, cada historia tiene su longitud perfecta y en su caso dicha longitud es la de 9000 palabras más o menos. Para él, lo importante es que el lector conecte con su libro y que tenga ganas de terminarlo y, sobre todo, de no quedarse a la mitad.
A su vez, destaca el exhaustivo conocimiento de las instalaciones de policía que describe en el libro. Él ha preferido describir lugares en los que ya ha estado, quiere que todo sea creíble y real aunque ésta sea una obra de ficción. No estaría cómodo escribiendo acerca de lugares en los que no ha estado, ya que no sabría cómo se sentiría su personaje en dichos lugares hasta que él haya estado allí. "Los lectores sabrán que tengo más dinero cuando McAvoy viaje a lugares más lejanos", nos comenta el autor.
Teniendo en cuenta todo esto, ¿cuánto hay de real y de imaginario en El oscuro invierno? La trama de corrupción es imaginada, pero la tensión de ésta y el resto de tramas que refleja en el libro es más real. A su vez, hace una descripción muy acorde con la realidad del personal de la policía. Según su opinión y experiencia, para ser un poli no debes ser brillante, sólo debes ser alguien que quiere hacer ese trabajo. En la realidad, todos son gente normal y no personas tan excelentes ni devotos como los detectives de la ficción. En palabras del autor, "Muchos son héroes y otros bastardos".
Así, David utiliza en sus novelas gente normal que nos podríamos encontrar, tanto en una comisaria cualquiera como en el crimen organizado. Para él es importante que todo sea realista, ya que lo fácil es hacer una representación ficticia, pero él quería representar todo aquello con lo que había trabajado y no cree estar contribuyendo a la literatura si no hace personajes creíbles.
En cuanto al protagonista, el sargento McAvoy, lo define como un tío duro pero que en el fondo es más tímido y más taimado. Con ello, David Mark quiere mostrarnos cómo es la nueva masculinidad. ¿Qué es ser hombre hoy en día? Ha habido mucha literatura acerca del feminismo, pero no ha habido esa discusión acerca de la nueva masculinidad. Así, esta novela cambia la noción de un héroe sólo valiente y caballeroso (sin centrarse en más aspectos) por un héroe moderno no sólo caballeroso y valiente, sino que también es sensible, cuida de su familia...
En cuanto a la inspiración y origen del sargento, el autor confiesa que no le importaría que fuera su alter ego. McAvoy tiene un modo poético de ver la vida que David Mark comparte, pero en realidad el protagonista es un mix de los héroes artúricos de la tradición británica con una combinación de los policías que ha visto y que más le han gustado.
Finalmente, el escritor nos ha descrito su estilo como una mezcla de la psicología de Agatha Christie (por la idiosincrasia al describir los personajes), la belleza en la descripción de Cormac McCarthy y, en definitiva, de todos los que quieran hacer que la brutalidad sea tan bella como permitan las palabras.
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