Alicia Giménez Bartlett traza en esta ocasión un auténtico puente literario con Roma, enfrentando a su aguerrida detective con unos ambientes que le son totalmente desconocidos y llevándola a compartir el trabajo con una pareja de policías italianos. "Me he basado en un hecho real, en un caso de colaboración entre dos equipos de investigación de países diferentes, que me contó una policía de Barcelona", confiesa la escritora, convencida de la frescura que el viaje aporta a esta nueva trama.
En la Ciudad Eterna, Petra se las ha de ver con la mismísima mafia y adquiere reveladoras informaciones sobre sus intrincados modos de actuar. Su vida corre peligro, pero también goza de momentos placenteros y se siente atraída por el "ispettore" Maurizio Abate, mientras que Garzón, paciente y jocoso como siempre, busca tiempo para hacer turismo y descubrir su profunda admiración por la cultura, la comida, los monumentos y el saber vivir de los italianos. Todo es intenso, vertiginoso, complicado, contradictorio, en esta aventura.
Como es habitual en cada una de las historias de Petra Delicado, la vida profesional y la personal se dan la mano, siendo la conjunción entre esas dos facetas, que ella intenta mantener separadas en todo momento, así como el logrado equilibrio entre la acción y la reflexión entre los acontecimientos que se investigan y el abanico de emociones y sentimientos que se despliega, lo que consigue que tantos lectores lleguen a empatizar con la inspectora.
En Nadie quiere saber nos encontramos con la protagonista en un momento de estabilidad emocional, felizmente casada con Marcos, su tercer marido, y a gusto en la relación de complicidad que ha llegado a entablar con los cuatro hijos de éste. Pero hay momentos en los que inevitablemente se cuestiona los males de la convivencia, del matrimonio, lo difícil que resulta mantenerlo a salvo con un trabajo tan absorbente como el suyo.
Sobrepasados ya los 40, la inspectora Delicado es una mujer atractiva, cuya mezcla de valor, tenacidad, seguridad e inteligencia, pero también de sentido del humor, dulzura y piedad hacia los más débiles, resulta irresistible para los hombres. El último en caer rendido a sus encantos es el "ispettore" Maurizio Abate.
Tras dos matrimonios rotos y una etapa de soledad que parecía irremediable, Petra volvió a probar suerte con Marcos, un arquitecto que le proporciona el cariño y la estabilidad que necesita, el amor, pero también la libertad, como ella misma dice. Además, y no es un dato poco relevante, ha aportado a la pareja cuatro hijos de dos relaciones anteriores, tres niños y una niña que sienten una gran curiosidad y admiración por la faceta profesional de su madrastra. Petra es una amiga y una confidente para ellos, se mantiene en un discreto segundo plano y evita entrometerse en su educación, pero no puede evitar aportarles un punto de contraste, de humor, incluso de rebeldía.
Saber, comprender a las personas, es también una de las motivaciones que conducen a la escritura. Ahí se establece un claro paralelismo entre Petra Delicado y su creadora. Si hay una pregunta a la que Alicia Giménez Bartlett responde una y otra vez es a la de las semejanzas entre autora y personaje. "Las dos somos irónicas, tenemos sentido del humor y un carácter contradictorio, pero ella es mucho más valiente y liga más que yo", suele contestar. Habría que añadir que ambas son reflexivas, sensibles y cultas.
Pese a todos sus potenciales, Petra Delicado no sería lo que es sin el contrapunto del subinspector Garzón, quien no puede trazar mejor retrato de su superiora: "Como de costumbre, ha puesto usted a funcionar su corazón oculto, ese corazón tierno y compasivo que se apiada del culpable a la menor ocasión", le dice. Dotado de un gran sentido común, paciente, divertido y comilón -son frecuentes sus visitas al bar La Jarra de Oro, cercano a la comisaría- ha dejado atrás la viudedad y se ha vuelto a casar con Beatriz, una mujer de buena posición que intenta afinar sus gustos y sus conocimientos culturales. De ahí que haya viajado a Roma cargado de libros.
Alicia Giménez Bartlett ha dotado a Petra Delicado de un carácter, humor, estilo y visión de la vida que va mucho más allá de lo policíaco, convirtiendo así sus novelas en grandes historias protagonizadas por una mujer fuerte de ahora mismo que no deja de posicionarse ante lo que le rodea: desde las relaciones, el amor y la familia, y sobre la condición humana en general.
Alicia Giménez Bartlett (Almansa, Albacete, 1951), vive en Barcelona desde 1975. Ha publicado, entre otras, las novelas Exit, Una habitación ajena (Premio Femenino Singular 1997), Secreta Penélope, Días de amor y engaños y el gran éxito Donde nadie te encuentre (Premio Nadal de Novela 2011). Con la serie protagonizada por la inspectora Petra Delicado se ha convertido en una de las autoras españolas más traducidas y leídas en el mundo: Ritos de muerte, Día de perros, Mensajeros en la oscuridad, Muertos de papel, Serpientes en el paraíso, Un barco cargado de arroz, Nido vacío y El silencio de los claustros. Ha recibido los prestigiosos premios Grinzane Cavour en Italia y Raymond Chandler en Suiza.
Novela negra
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