El último rabino es la demostración de que la historia puede superar la ficción, porque una etapa de la historia tan apasionante es mejor que muchos relatos ficticios: el conflictivo reinado de Enrique IV, el azaroso acceso al trono de Isabel la Católica -tras ganar la guerra contra los partidarios de su sobrina Juana la Beltraneja-, y el intenso reinado de Isabel y Fernando. Tiempo convulso, surcado de intensas polémicas, en el que los personajes parecen sacados de la leyenda, pero son estricta historia de España. Abraham Seneor, rabino mayor de las aljamas de Castilla, amigo personal de Isabel, factor clave en su ascenso al trono, se verá inmerso en la vorágine de la tormenta desatada que culminará en la expulsión de los judíos.
El fondo de toda esta acción lo forma una sociedad de pasiones intensas, en la que a través de las páginas nos trasladamos a cada rincón del joven estado en formación, pasando por la corte y sus conspiraciones, rumores, pasiones; o el clero, en claro auge, ya que los monarcas no podían permitirse reinar sin tenerlo de su lado, lo cual fue un factor determinante al creciente poder de la Inquisición y a la cada vez mayor corrupción que se producía entre sus filas, con actos de simonía o nepotismo que, pese a ser vox populi, tenían que ser pasados por alto por las autoridades.
El mundo militar también se hace un hueco en esta época, con la creación de la Santa Hermandad como cuerpo militar permanente, las campañas de los Reyas Católicos para frenar a la sobrina de Isabel, quien pretendía el trono de Castilla, o la guerra de Granada. La figura del caballero cortesano, hombre de armas y de letras, también destaca en la novela. A su vez, el colectivo judío se abre paso con fuerza entre la trama mostrando las injusticas que se cometían contra ellos, su creciente poder económico (la única razón que ponía a los poderosos de su parte), las persecuciones, matanzas...
Toda la obra es fruto de un gran trabajo de documentación histórica. El último rabino contiene intercalados fragmentos de obras históricas que tratan de esa época y que abarcan desde pequeñas líneas que completan la ambientación de las acciones hasta discursos, leyes o párrafos de libros que aparecen en la trama.
A su vez, sobresaliendo en el paisaje agitado sobre el resto de ciudades, apreciamos el marco incomparable de Segovia como ciudad principal para el autor.
En definitiva, la historia de un Estado en formación y una España que poco a poco recupera la unidad política perdida con la invasión musulmana.
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