El emperador decide erradicarla a golpe de edicto y el encargado de dicho propósito en la provincia es un hombre cruel y sin escrúpulos, el gobernador Publio Daciano. Alentado por la ciudadanía más conservadora de Caesaraugusta, ordena el arresto de dos prominentes cristianos, el obispo Valero y su diacono, Eutiquio (conocido para la posteridad como San Vicente Mártir) y su traslado a Valentia donde serán procesados por su apostasía. Tito Antonio, magistrado emérito de la ciudad, conoce por casualidad al joven reo y, prendado por su carisma, decide actuar como su abogado frente al implacable gobernador.
El segundo escenario alterno nos lleva a la Beronia fronteriza veinte años después de las guerras sertorianas. Un joven muchacho berón se enrola en las levas que Lucio Afranio, el legado de Pompeyo el Grande en Hispania, está realizando por toda la Citerior con el propósito de reforzar las legiones fieles al Senado ante la inminente llegada del usurpador Cayo Julio César. Antes de partir, su padre le revela su auténtico nombre y condición como ciudadano romano, además de la terrible historia que le llevó al exilio. Lucio Antonio, el hijo de Cayo Antonio Naso, parte hacia la guerra dispuesto a lavar el honor de la familia y acompañará a los líderes de la facción pompeyana desde Ilerda hasta Munda en el periplo de aventuras y horrores que supuso la Guerra Civil. Sus crónicas suponen una versión claramente "pompeyana" y menos mitómana del De Belo Civili que nos dejó escrito César.
Tanto Eutiquio como Antonio son dos exponentes de la fidelidad extrema a sus ideales, por ello ambos representan a la perfección la devotio hispana llevada a su máximo extremo.
Gabriel Castelló Alonso (1972) actualmente es ejecutivo de ventas en una empresa líder del sector de las telecomunicaciones. Desde su infancia ha cultivado una gran afición a la Historia antigua de su Valencia natal, con especial foco en la época ibera y romana. Investigador y articulista de divulgación en medios digitales orientados a la recreación histórica y las curiosidades de nuestro pasado remoto, ha colaborado en publicaciones como "Nunca me aprendí la lista de los Reyes Godos" de Javier Sanz o la revista "Stilus" de la Asociación Hispania Romana. Con la edición de su primera novela, "Valentia, Las memorias de Cayo Antonio Naso", en 2008, título también disponible en esta colección, Gabriel Castelló entró con brío en el mundo de la ficción histórica sumergiéndonos en la turbulenta Hispania de Quinto Sertorio.
Novela histórica
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