El director de la colección es el académico Francisco Rico que ha contado con la colaboración de la escritora y novelista Soledad Puértolas para presentar la obra. "Lope de Vega es el rey de la comedia, de la poesía del siglo de Oro Español, tienen sus textos una soltura y fluidez difícil de encontrar en otros autores", señaló la escritora en la presentación del libro.
Soledad Puértolas reconoció ser una escritora tardía de la obra, "la acabo de leer como aquel que dice", afirmó y lo que más le ha gustado de esta nueva edición es que la obra no tiene un gran estudio preliminar, sí una pequeña presentación de menos de tres páginas, lo que hace que el texto comience en la página primera y termine en la 410. El resto del libro son las notas y un estudio del editor. Es un episodio autobiográfico de Lope de Vega, que tuvo numerosas amantes. Mi impresión es que tuvo una vida muy casquivana", explicó la autora de El bandido doblemente armado. Los amoríos con Elena Osorio no duraron más de cuatro años pero no la pudo olvidar en toda su vida, por eso cuarenta años después escribió la obra, ya que le marcó profundamente ese amor.
La obra fue publicada en 1632 y Lope murió tres años después. La llama que lo abrasó en la juventud siguió brillando hasta los últimos años de su vida, cuando escribió la obra: "póstuma de mis musas -confesaba- y por dicha de mí la más querida". La obra, cuando fue publicada por primera vez, llevaba el subtítulo de "acción en prosa", para eludir la prohibición entonces vigente de imprimir "libros de novelas, comedias ni otros de este género".
La Dorotea es la culminación de la continua reelaboración poética del episodio juvenil, porque de eso precisamente trata, aunque nos diga el mismo Lope que el argumento "fue historia". Si bien eso es verdad, la obra parte de La Celestina, pero Lope hace otra cosa, "es otro siglo, otro escritor. Lo que prima en la novela es el enredo, con unos diálogos muy cortos y con la ausencia total de monólogos", cuenta la escritora zaragozana.
"Recomiendo el viaje de La Celestina a La Dorotea porque se ve claramente cómo ha evolucionado el lenguaje, el castellano, ahora ya hecho", dice Soledad Puértolas. Y lo que más la ha sorprendido ha sido el nivel tan alto que tienen todos los personajes en la obra. Pone en la boca de los protagonistas toda la cultura de su tiempo.
Para la escritora son la ira y el amor las dos pasiones principales del ser humano y en esta obra están perfectamente reflejadas ambas pasiones. Lope divide al mundo en dos: los hombres por un lado y las mujeres por otro y eso se muestra de manera patente en la obra. Gerarda, la celestina de la obra, llega a decir en un momento de la obra que "no hay nada más fácil que convencer a los hombres de que son culpables", esa es la filosofía de la obra, la filosofía que Dorotea y Gerarda aplican a todos sus comportamientos, viéndose superiores y manipulándolos.
Fernando, joven poeta y disoluto, trasunto del Lope, no es lo suficientemente buen partido para la alcahueta, con estas premisas el drama está servido, el duelo con su contrincante amoroso le llevará a herirle y huir con su amada a la que terminará dejando. Hay en la obra una cierta sensación de caos, de tinieblas que se van abandonando paulatinamente hasta que llega la claridad, por supuesto, con la poesía de Fernando que da un punto de esperanza. La lucha entre la prosa y la poesía está patente en la obra ganando como no podía ser de otra forma la poesía.
Encomiable la labor de la RAE al querer editar las obras fundamentales del castellano en ediciones rigurosas a la vez que amenas.
La Biblioteca Clásica de la Real Academia Española contiene las obras que pueden considerarse el núcleo esencial de la tradición literaria española e hispanoamericana hasta finales del siglo XIX. El contenido de los tomos ha sido cuidadosamente articulado de modo que el acopio de erudición no distraiga al lector ni le impida, cuando no quiera otra cosa, disfrutar del texto sin más. Tienen, por lo tanto, distintas lecturas.
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