El centenario de la muerte de nuestro insigne político pasó prácticamente desapercibido y sólo hubo algún acto protocolario en la Casa Gallega de Madrid. Allí, en una conferencia que pronunció el ex diputado y ex senador Gabriel Elorriaga Fernández, surgió el germen de la magna biografía que sobre Canalejas ha escrito el político y periodista ferrolano y que lleva el título de Canalejas o el liberalismo social. Un día antes, el catedrático Salvador Forner Muñoz presentó, esta vez en el Senado, su biografía de Canalejas, titulada Un liberal reformista.
La palabra liberal es la que mejor define a José Canalejas. Algunos le califican de reformista, otros de social. Pero, realmente, fue ambas cosas. Quiso reformar la Constitución para convertir a España en un país realmente democrático. En aquella época teníamos una democracia censitaria, sólo podían votar las personas que tenían una cierta renta. Sus planes no llegaron a hacerse realidad por el cruel y cobarde asesinato que perpetró un intransigente anarquista.
También se mostró muy atento a los movimientos sociales emergentes y siempre huyó de los extremismos, tanto de la ferocidad anarquista como de la intransigencia socialista de Pablo Iglesias, al que quiso llevar al camino de la moderación sin conseguirlo. “España siempre ha necesitado y sigue necesitando una izquierda nacional ajena al reaccionarismo integrista y a las utopías revolucionarias”, apuntó en su discurso Gabriel Elorriaga Fernández.
Al modo de ver del autor del libro Canalejas o el liberalismo social, “Canalejas no fue un socialdemócrata, fue más un demócrata social, el más avanzado de su tiempo y un ejemplo de lo que debe ser un político de la primera mitad del siglo XXI”, afirmó el autor. Un ejemplo para la mediocridad imperante de unos tiempos en que el nivel político, recordemos que Antonio Maura era su rival conservador, rozaba cotas excelsas en el debate parlamentario. Su obra fue, por desgracia, inacabada por el vil magnicidio y se fragmentó un bipartidismo que se estaba consolidando.
El acto de presentación estuvo presidido por el Presidente del Congreso, Jesús Posada, que calificó a Gabriel Elorriaga como “amigo y gran maestro mío en política”. El periodismo y la política son sus dos grandes ocupaciones y como impulsor de esa simbiosis dio como resultado el “periodismo político”. Posada quiso señalar que “Canalejas fue Presidente del Congreso de los Diputados, poco más de un año y en la votación para hacerse con el cargo obtuvo 261 votos a favor, una abstención y ningún voto en contra”. Entre sus cualidades destacó “la prudencia y la libertad. Siempre tuvo un discurso sosegado y conciliador y se esforzó durante toda su carrera política para convencer y no para imponer”.
Además, intervinieron en el acto José Ramón Ónega, Presidente de la Casa de Galicia en Madrid, quien puso sobre la mesa el tema de la ineficacia policial: “José Canalejas, aquel 12 de noviembre, despachó con el rey Alfonso XIII y marchó caminando hasta la sede del Ministerio de la Gobernación, sita en la Puerta de Sol. Fue caminando, se paró en una librería para ver las novedades literarias y en el paseo recibió tres disparos, uno de ellos en la cabeza, mortal de necesidad, del anarquista Pardiñas”, cuenta Onega.
“El atentado de Canalejas muestra la ineficacia policial que puede llevar a cambiar el curso de la historia. Proteger a las personas públicas, no tiene precio”, subrayó, después abogó por lo importante que es conocer nuestra historia, “ya que conocerla es conocernos a nosotros mismos”, para terminar diciendo que “Canalejas soñó el futuro y no le dejaron disfrutar del presente”. Como tantos otros que han muerto a manos de la intransigencia terrorista de uno y otro signo.
José Manuel Rey Varela, el joven alcalde de El Ferrol no quiso perderse el acto y se quejó de que “algunos pretenden hacer un abismo entre los políticos y la ciudadanía”. Lo que no dijo fue que los que quieren hacer ese abismo son los propios políticos, que viven ajenos a las necesidades de la ciudadanía. El catedrático Octavio Ruiz Manjón disertó sobre el centenario del asesinato del político ferrolano que “fue algo muy discreto, cuando José Canalejas fue el impulsor de la inflexión social de la Restauración, tuvo una voluntad integradora y fue un firme partidario del nacionalismo monárquico”.
José Manuel Canalejas Huertas, duque de Canalejas, quiso recordar a su bisabuelo con sentidas palabras emocionadas, en las que le calificó de “poseedor de un idealismo sincero y de un gran sentido de la realidad”. También recordó el entierro que el pueblo le rindió, siendo multitudinario el recorrido que se hizo desde el Congreso de los Diputados hasta la Basílica de Atocha, donde reposan sus restos en el Panteón de los Hombres Ilustres.
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