Con la verborrea andaluza que le caracteriza y su falta de rigor Alfonso Guerra denunció a toro pasado que "Garzón nos pidió un sueldo en B cuando se presentó en las listas del PSOE en Madrid". El ex juez de la Audiencia Nacional decidió ir como número 2 por Madrid con el partido socialista pero como contrapartida pidió un sobresueldo. Práctica que parece común entre nuestros políticos.
"El ir o no a votar depende del sector más progresista de la sociedad. Suele recalar en los votantes de izquierdas, pero la izquierda es muy crítica y negar la crisis destruyó la confianza y el PSOE debe reconstruirla", opina el vicepresidente del gobierno de las primeras legislaturas del partido socialista en el poder y añade que "los ciudadanos aún no han devuelto la confianza al PSOE y ahora tenemos a un Presidente dormido y un gobierno que tomarán las medidas contrarias", quizá porque el partido en el que continúa militando no haya sabido conectar con la sociedad española y siga viviendo ajeno a las demandas de la población.
"La gente tiene que dar testimonio de lo que predica y los socialistas no tenemos nada que hacer con la jet-set. Hay socialistas que no se comportan como tales, y lo único que hoy en día tenemos en la vida es la coherencia que rejuvenece más que el voto y que el bótox", recuerda. Y evoca una conversación con Carmen Díaz de Rivera unas horas antes de morir diciendo que hay socialistas que luchan contra el Country Club hasta que son socios y luego se olvidan ya de esta lucha. También hay socialistas que festejan sus triunfos en el hotel Palace, uno de los más lujosos de la ciudad.
¿Como generar confianza?, se pregunta el intelectual socialista. "Siendo claro; las ambigüedades en la izquierda no funcionan, en la derecha sí, ya que van por mandato. Un programa que tenga mordiente para la gente, programas dedicados a los ciudadanos y no a los políticos. Los políticos deben estar dedicados a los ciudadanos y no a interaccionar con otros políticos. Lo mismo sucede con los medios de comunicación: los periodistas, como los políticos, deberían hablar más con la gente y menos entre ellos", sentencia.
Ante la crisis de Rubalcaba como líder del partido dice que cambiar esto es una frivolidad. Se elige un dirigente democráticamente y por votación y no es para cambiarlo a los seis meses. Hay que respetar las normas. No se da cuenta de que el líder actual socialista lleva más de año y medio y todavía no ha sido capaz de concitar una regeneración en su propio partido como han denunciado algunos dirigentes.
"Las primarias no son democráticas y España no funciona como Estados Unidos", opina el político estalinista que realizó varias purgas en su partido. Debe ser que para el diputado socialista los americanos no entienden de democracia. Precisamente un país que lleva más de 200 años de la misma, mientras que aquí llevamos poco más de treinta.
"Se necesita gente más competente para gestionar la crisis", cree. En su opinión la noche del 9 al 10 de mayo de 2010 los jefes de la UE toman la gran decisión que cambiar la política de Zapatero y paralizan el proceso. Dice que ese día si él hubiera sido el Presidente del gobierno habría dimitido y convocado elecciones "no sé si las cosas hubieran salido mejor".
A su parecer los medios de comunicación tienen que hacer una reconversión importante, los obliga el artículo VI de la Constitución y su misión es denunciar los abusos y narrar la realidad y no dedicarse al periodismo amarillo. Por eso me odiaron los medios de comunicación y la prensa estaba contra el guerrismo. Dice Alfonso Guerra que él no come ni cena con los medios "¿que así no se puede hacer política? Pues yo la hago así; soy un rara avis y eso es lo que no te perdonan los poderes de la prensa, por eso me tienen tanto cariño".
"Hay millones de personas que me quieren, que me tienen confianza y creen que soy honesto, integro, coherente y eso me reconforta", dice ufano. Ya se les ha olvidado que hay millones de personas que creen que se valió de instituciones públicas para que sus hermanos hiciesen negocios particulares en favor de sus propios intereses. Aquí las opiniones están divididas.
A su modo de ver, "en Cataluña se ha constituido el nacionalismo orgánico, y eso es una tragedia para los catalanes. Hay que reconducir lo que está pasando, pero el que lo tiene que hacer es el que lo ha puesto en marcha y por tanto sabe que le va a costar la cabeza".
"Tengo muchos más amigos que enemigos y eso me da más satisfacciones personales", cree. Y referente a si Felipe González leerá este libro cree que será un gran honor que lo haga. Piensa que existen datos escabrosos "que estáis pensando", dijo dirigiéndose a los periodistas, que quiero ocultar, "pero os vais a hartar de leer en el libro sobre Felipe González. Es un amigo con el que he vivido años muy difíciles desde la clandestinidad. Conozco y quiero a sus hijos porque los vi crecer".
"La monarquía ha sido uno de los grandes valores de la democracia. La monarquía es accidentalismo; república o monarquía es un accidente siempre que se sustituya por democracia y libertad", declara y opina que nuestra monarquía actual ha evolucionado al contrario que la de Alfonso XIII. "El rey está fuera de la política y asistiendo a esta exposición. España no es un país presidencialista. Una república se rige por su Presidente y ahora la mayoría absoluta ya sabemos quién la tiene. Por tanto, si hubiera que elegir, lo tengo clarísimo", añade.
Para concluir afirma que "no estoy a favor de listas abiertas, no es conveniente, porque los que hacen ganar las campañas luego quieren su parte. La sociedad está obnubilada con las listas abiertas creyendo que les van a devolver así la soberanía", con lo que demuestra estar enfrentado con cualquier medida regeneradora de la democracia, ya que sigue pensando que cualquier medida democratizadora es contraproducente ya que quitaría poder a los partidos políticos. Su pensamiento sigue siendo el de un reaccionario instalado desde el comienzo de la democracia en el poder y en el Congreso de los Diputados, viviendo a costa de todos los ciudadanos.
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