El primero en tomar la palabra fue el editor de Anaya José M. Mourelle, que señaló que "el libro no sólo se concibe como un proyecto para catalanes que no están de acuerdo con el proyecto del gobierno catalán, sino también para esos catalanes que viven allí el nacionalismo catalán como un problema para toda España e incluso para Europa".
Después tomó la palabra Alejo Vidal-Quadras, que fue un protagonista más del acto; la gente asistió en parte para hablar con él y saber de Reconversión y Alejo les dio carnaza porque sí habló de la gran plataforma que se necesita en el país para salir de la crisis; y se rió al final del acto porque dice que según están los tiempos, últimamente, cada vez que habla, parece que está haciendo un manifiesto.
Como hoy era el día en el que el Consejo de Ministros anunciaba las nuevas reformas económicas, Alejo Vidal-Quadras apuntó que "la reforma de hoy nos tiene en estado de shock". Éste señaló que sólo presenta libros de amigos personales o escritores que sintonizan con él en las mismas ideas; en el caso de Javier Montilla dice que ha sido la primera persona que le ha pedido que además de hacer el prólogo al libro, haga el esfuerzo de hablar y presentarlo, así que, sin ser amigo en lo personal, "creo que acabamos de iniciar una colaboración que puede ser importante en el tiempo."
El diagnóstico está hecho: nacionalismo secesionista.
"El nacionalismo en general, y el catalán en particular, es el desastre que hemos combatido infructuosamente este último cuarto de siglo. El diagnóstico está hecho: nacionalismo secesionista.
Los nacionalismos identitarios son el fruto de una ideología perversa, no tienen que ver con el patriotismo civil y son moralmente destructores; atropellan a las personas, destruyen el pluralismo y ejercen la coacción", apuntó el político del PP, que no sabemos por cuánto tiempo seguirá en el mismo.
Para el político popular, lo natural en la sociedad es la diversidad y no una homogeneidad artificial. Para imponerla, sólo hay un oscuro camino: la violencia directa como la de ETA o la indirecta, como el artero nacionalismo catalán que tiene dos efectos: el despilfarro y la corrupción. Dar apariencia de realidad a naciones imaginarias sale carísimo y el nacionalismo produce efectos alucinatorios, es una muestra de desfachatez que provoca náusea y estupefacción.
El desastre producido por el nacionalismo en Cataluña es palpable y cuantificable porque ha vaciado los bolsillos a la sociedad civil para controlarla acobardándola. Cataluña, que era un pueblo dinámico, creativo, cosmopolita, se ha convertido en un campo de concentración gobernado por ladrones, que, si han podido hacer todo eso durante 30 años, es porque han tenido más votos.
"Los defensores de la libertad estamos en un universo radicalmente opuesto a los nacionalistas. A los nacionalistas sólo los tratan como piezas normales en el mosaico de la política española los alucinados; este gobierno inoperante considera el secesionismo inconstitucional como interesante", continuó explicando su posicionamiento, para finalizar apuntando que "el esquema que teníamos con la crisis se ha venido abajo, impera la confusión y el consenso de las cúpulas de los dos grandes partidos hasta el punto de que son capaces de aumentar impuestos antes de recortar privilegios. El Estado Constitucional ha sido reemplazado por el Estado Partitocrático".
Javier Montilla empezó dando las gracias "por arroparme en la libertad" a todos los asistentes como Mikel Buesa, Alejo Vidal-Quadras ó Asís Timermans, hermanos y familia o Ciutadans, que estaba representado por Madrid.
Dijo que en Cataluña hay personas como el alcalde de Girona, gente del CUP, que a las personas como él, no independentistas, los llaman colonos o invasores: "Este libro pone una sonrisa en los ojos y miradas a los sufrimientos de muchas personas, pero Cataluña ya no se escandaliza de nada", por eso quiere sacar su obra del contexto catalán al resto de España.
"Con mi inmersión literaria os aseguro que he llorado. Hay historias que son el colmo de la indecencia y que deberían escandalizar al conjunto de la sociedad civil española y no sólo a Cataluña", afirmó el periodista barcelonés y siguió diciendo que "hay muchos que aún seguimos en Cataluña y queremos dar la batalla al nacionalismo. En Cataluña se ha creado una sociedad en la que impera el silencio, el miedo, la censura y una sociedad civil no organizada, sino subvencionada. Es el antecedente de la dictadura blanca que estaba ya pronosticada".
En su opinión, la televisión catalana está subvencionada y pagada por todos los españoles y afirmó que "intenta despojarnos de las emociones que produce el mencionar cualquier vínculo con España; así, sigilosamente y con premeditación, utilizan un lenguaje subliminal para conducirnos al nacionalismo. Por ejemplo, España nunca se nombra en estas televisiones autonómicas, siempre se habla de nuestro país. Es una televisión pública sectaria al servicio de una ideología. Esa es la diferencia de los catalanes con el resto de España, donde las televisiones autonómicas están al servicio del partido que gobierna".
Javier Montilla, oriundo del modesto barrio El Carmelo, se lamentó del rumbo que está tomando el nacionalismo: "siento nostalgia de la ciudad en la que nací, donde pintores o intelectuales antes querían venir a la capital de la cultura hispana, referencia de la libertad, que los nacionalistas nos han robado"
"Entiendo que el tema nacionalista ya es un cansancio para la sociedad madrileña que no lo sufre, por eso me piden mis amigos, los conocidos y muchos catalanes, que os diga al resto de España: no nos dejéis solos. Nos estamos jugando la libertad de prensa, la libertad de pensar. Quien es independentista: es un buen catalán, quien no: es un mal catalán. La sociedad catalana está entrando en un fenómeno de reacción, mientras el resto tiene enorme fatiga y libros como éste son un aliciente", finalizó diciendo.
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