La novela comienza con un personaje que despierta una mañana, sin saber cómo llegó al sitio en el que vio un nuevo amanecer: en una playa hecha de silencios en la que su mente comenzó a ser invadida por momentos que no consigue situar en su pasado, fundamentalmente recuerdos eróticos. Pero olvidando que va a verse envuelto en una trama de corrupción que hará peligrar, y bastante, su propia vida.
Los signos del ocho es una novela sobre la identidad, la libertad y el poder. De este modo, con la figura de Javier, el protagonista, vamos a experimentar lo que es no recordar quién es uno mismo y lo que supone para él, pero sobre todo para quienes le rodean, el tener una vida sin pasado y que podría volver a olvidar en el pozo sin fondo de su mente tan sencillamente como olvidó su vida original.
Por otro lado, el poder político también juega un papel muy relevante en esta novela, centrándose fundamentalmente en la corrupción y en cómo ésta, además de afectar severamente a las vidas de los ciudadanos, afecta al medio ambiente y a la naturaleza (en el caso de la novela, a las playas y costas de Málaga); y todo por llenarse el bolsillo sin pensar en las consecuencias a largo plazo y pensando sólo en el bien propio, como los políticos hacen siempre.
De este modo, Los signos del ocho construye un relato irónico sobre personajes que devoran las tardes de una sociedad en crisis en rompeolas que se desvanecen. Personajes que encuentran en la naturaleza, el humor, la amistad o el sexo antídotos necesarios ante un mundo con alma de convenio urbanístico, y que también encuentran signos que les susurran que ellos, al igual que el ocho, son únicos, auténticos, irrepetibles, sorprendentes... Igual que un infinito.
Y, para finalizar, dejando a un lado los personajes y centrándonos más en el hilo narrativo principal de la novela, hay que destacar una trama que se caracteriza por su solidez y por su capacidad por mantener la intriga viva en el alma de los lectores hasta un final totalmente sensacional, sólo por el cual ya merecería la pena leer esta novela.
En definitiva, Los signos del ocho es una pequeña gran novela que logra poner en máxima armonía la condición humana más pura con la naturaleza mediante una trama actual y llena de intriga.
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