"La adolescencia de Basil Duke Lee" contiene muchos elementos autobiográficos
Esta novela salió a la venta veintitrés años antes de que J. D. Salinger publicara El guardián entre el centeno, por lo que Francis Scott Fitzgerald se adelantó a ese libro narrando las aventuras de otro adolescente, Basil Duke Lee, que comienzan cuando el protagonista tiene once años y acaban cuando ya ha cumplido los diecisiete y estudia en la Universidad de Yale.
La adolescencia de Basil Duke Lee contiene muchos elementos autobiográficos de Scott Fitzgerald: su pasión por las mujeres, su obsesión por agradar a todo el mundo y sus enormes esfuerzos para triunfar en sociedad y escalar un puesto por encima del de sus padres. Aunque lo más importante es la maestría para meterse en la piel de un chico sensible e inteligente que se enfrenta a un mundo a punto de desmoronarse por la crisis del Crack del 29.
Pero, por encima de todo, ésta es la historia de un bocazas. Basil es un personaje que estropea sus posibilidades naturales con una tendencia al egocentrismo desmesurado y con una falta de control de su verborrea. La propia consciencia de este problema nos sitúa en el tema central de una historia de iniciación: la puesta en cuestión de uno mismo.
El potencial existente en un personaje adolescente como Basil provoca sensaciones entre dulces y amargas, que vienen dadas por la presencia del futuro como un elemento dominante. Al mismo tiempo que el lector tiene la sensación de que todo lo que le ocurre a un adolescente es corregible, el protagonista tiene la seguridad de que el tiempo le oprime y de que cada paso que da condiciona irremediablemente su futuro. Lo cierto es que al final los dos tienen razón.
En la novela están muchas de las que serían las líneas maestras del escritor de Minnesota. Siempre le gustaron las riquezas y los placeres, siempre quiso agradar a los millonarios y ser su amigo. Novelas como El gran Gatsby son deudoras de este Basil. Con su mujer Zelda inició una carrera a los infiernos y terminó trabajando como guionista para los grandes estudios cinematográficos de Hollywood. El alcohol y las fiestas afectaron a un cerebro y un cuerpo que podía haber dado mucho más de sí. Aún así, la obra que dejó Francis Scott Fitzgerald es una de las más interesantes de la primera mitad del siglo XX.
En definitiva, La adolescencia de Basil Duke Leees una novela sobre las sensaciones encontradas sobre las mujeres, la necesidad de agradar a los demás, y los esfuerzos por escalar en la sociedad, centrados en la figura de un adolescente que vive en una de las peores épocas por las que ha pasado la historia.
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