Drama | 119 min. | Francia 2017
Título: El hombre del corazón de hierro.
Título original: The man with the iron heart.
Director: Cédric Jiménez.
Guión: Laurent Binet, Audrey Diwan, David Farr, Cédric Jimenez
Actores: Jason Clarke, Rosamund Pike, Jack O'Connell, Mia Wasikowska, Jack Reynor.
Estreno en España: 07/07/2017
Productora: Légende Films, Echo Lake Entertainment, Cutting Edge Group, Nexus Factory, Red Crown Productions
Distribuidora: DeaPlaneta
Sinopsis
Touko Laaksonen vuelve a casa tras la Guerra de Continuación, durante la II Guerra Mundial. La homosexualidad es ilegal y perseguida en Finlandia. Con tal sombrío contexto, se refugia en su arte como vía de escape, haciendo dibujos de hombres musculosos y desinhibidos, firmados con el seudónimo Tom. Lo que podría haberle costado la vida acabó convirtiéndolo en un icono gay. Esta es su historia.
Crítica
El jefe de la Gestapo juega con sus hijos en el jardín, como cualquier padre tierno y cariñoso. Después, va en coche hacía un destino al que quizás nunca llegará. El 27 de mayo de 1942 parecía un día cualquiera, pero cambió el rumbo de la historia. Comenzando in medias res, justo en mitad del atentado, atrapa al espectador desde el primer momento y divide la historia en dos partes, la primera desde la perspectiva de Heydrich y la segunda con los dos miembros de la Resistencia arriesgando todo.
La misión del asesinato del segundo al mando de la temida SS se ha tratado en contadas ocasiones. De la mano del maestro Fritz Lang, con un estilo frío e intrigante en Los verdugos también mueren (1943), años después llegó la tensa Siete hombres al amanecer (1975), de Lewis Gilbert, con un tercer acto excepcional. Laurent Binet publicó en 2010 la novela histórica HHhH (acrónimo de Himmlers Hirn heißt Heydrich, el cerebro de Himmler se llama Heydrich), con tal detallada investigación, surgieron Operación Anthropoid (2016) y el Hombre del Corazón de Hierro, film que ofrece bastantes más matices que su predecesora.
La parte más novedosa e interesante es el ascenso de Heydrich y como se convirtió en el despiadado hombre conocido como el Carnicero de Praga, quién entró en contacto con la ideología nazi y fue impulsado a unirse a la incipiente SS por su esposa, que le presenta a Himmler. Rosamund Pike nunca falla y aquí hace una interpretación deslumbrante al ponerse en la piel de una mujer clave y de tal calibre. Las escenas de ella al lado de un intimidante Jason Clarke ponen la piel de gallina. La segunda mitad del film nos muestra un pequeño grupo de la Resistencia Checa decididos a parar al arquitecto de la horrible “Solución Final”, donde destacan los dos paracaidistas entrenados en el exilio, Jan Kubis y Jozef Gabcik.
Los personajes de héroes son interpretados por el talentoso Jack O’Connell y el siempre correcto Jack Reynor. Su complicidad en las escenas juntas es innegable, pero poco aprovechada. Así, la segunda parte del film se entusiasma relatando la relación del valiente Jan con el personaje interpretado por Mia Wasikowska, intentando buscar paralelismos con el matrimonio Heydrich. Objetivo imposible de conseguir, ya que el personaje de Lisa Heydrich es demasiado complejo comparado con el simple papel de novia del héroe, que en la película se limita a poco más que besarlo y bailar.
Este factor junto con el sacrificio de enseñar las partes más interesantes del atentado, tanto al principio como a la mitad del film (para captar la atención del espectador), hacen que el ritmo de la segunda parte dependa casi exclusivamente de las escenas de acción y haciendo que se mantenga el atractivo por la historia. Con la motivación de captar la textura adecuada para una película de época, el director Cédric Jimenez, en lugar de rodar con cámaras de cine digital, ha optado por los 35mm. Además, en los momentos más remarcables, la música inquietante de Guillaume Roussel que nos acompaña, es digna de cine de terror.
La mayor virtud de este interesante film es como dibuja la transformación del Carnicero de Praga, junto con la reflexión sobre los héroes caídos y su lucha por intentar parar lo imparable.