“He querido dar a mi novela un matiz literario, huyendo de toda polémica del tema tratado en la misma, el papel de las mujeres en nuestro ejército”, señala el Ángel Silvelo nada más comenzar nuestra conversación en la cafetería de un hotel cercano al ministerio en el que trabaja. La novela está llena de situaciones complicadas a las que se enfrentan sus protagonistas y, a través de ellas, buscan su propia libertad.
“El juego de los deseos” surgió de una novela corta que quería presentar a un concurso literario. Ángel Silvelo es un especialista en hacerse con premios de relatos en certámenes literarios de toda nuestra geografía. Calcula que habrá ganado entre treinta y cuarenta certámenes de relatos y en otros tantos habrá quedado finalista. En esta ocasión era un premio que se celebra en la ciudad de Toledo, de ahí que la antigua capital del Reino sea uno de los escenarios principales de la novela ideada por el autor. A las primeras protagonistas Adela y Galiana se uniría Laura, la hija de Adela, militar destinada en Afganistán, para cerrar el círculo narrativo de la novela.
El autor, nacido en Piedralaves, reconoce que “no me cuesta mucho meterme en la piel de los personajes femeninos y crear una historia”. Es más, Ángel cree que no sabía que escribir sobre mujeres fuese tan fácil. Pese a eso, la novela la ha tenido que reescribir 4 ó 5 veces. “La irrupción del personaje de Laura fue fundamental y lo creé a posteriori ya que veía la novela un poco coja con sólo dos personajes femeninos. “Laura fue el punto de unión y, a la vez, contrapunto de las otras dos protagonistas”, nos desvela el escritor. Además, según Estefanía Abril, la editora, el libro era demasiado intenso y habría que meter un poco más de trama. Así lo hizo y el resultado final es este “El juego de los deseos” que ya está a la venta.
En el capítulo inicial nos enteramos del fallecimiento, en un atentado contra las tropas españolas, de Laura. Con la utilización del flashback nos vamos enterando de su historia y, también, gracias a su diario, que es de una gran intensidad e intriga, consigue cerrar bien la novela y todos los flecos narrativos.
El objetivo de Ángel Silvelo es convertir un caso particular, el de Laura, en un caso global y universal. Algo que ha resuelto con eficacia. Siempre que se trata un tema de nuestras Fuerzas Armadas suele venir acompañado por la polémica. “En realidad no sabemos lo que ocurre a nuestro ejército en Afganistán. Se dan pocas noticias sobre ello y hay poca literatura sobre esta guerra”, expresa el autor. Salvando el libro de Lorenzo Silva podemos leer pocos libros sobre nuestro ejército en el extranjero. Y eso que el ejército siempre está entre las instituciones más valoradas de nuestra sociedad.
El autor trata con exquisita delicadeza el papel de las mujeres en el ejército. Sus tres protagonistas son mujeres de distinto rango en el ejército. Pero hasta hace relativamente poco tiempo el papel de la mujer era meramente testimonial. “Unos diez años atrás se instituyó el Premio Soldado Idoia Rodríguez para potenciar el papel de la mujer tanto en el ejército como en la sociedad en general y, en la actualidad, se cuenta con un protocolo de actuación contra los casos de acoso sexual”, señala Ángel Silvelo durante la conversación. Lamentablemente, se siguen dando casos pero cada vez con menos frecuencia. “Me basé en la vida de una soldado para escribir la novela, siempre desde un pùnto de vista garantista del marco normativo existente en las Fuerzas Armadas”, subraya.
Si ha tenido una influencia para escribir el libro, ha sido la obra de Albert Camus Calígula. “La búsqueda de lo imposible es algo que caracteriza al emperador romano. Esa búsqueda suele acabar en tiranía. Eso es lo que yo quería expresar. Pretendía hacer algo diferente, por eso, he dado el protagonismo a tres mujeres militares que no están alrededor de los hombres, ellas están luchando por sí mismas para conseguir sus objetivos. No están en la novela por alguien, están por sí mismas”, acentúa.
“El amor, el miedo y la muerte son conceptos universales de los que todos tenemos las mismas sensaciones”, analiza Ángel Silvelo. Gran parte de la literatura gira en torno a estos conceptos. Para el autor de “El juego de los deseos”, “la literatura es un espacio para soñar, para volcar tus sueños y reflexionar”, concluye este escritor que ha conseguido reflexionar sobre temas muy actuales y que no tienen la difusión que deberían porque, al fin y al cabo, “la literatura es un espacio para compartir” y aquí las editoriales no hacen todo lo que deberían.
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