El actor Lluís Homar se desnuda ante sus espectadores en "Ahora empieza todo"

Lo que Homar cuenta en este libro es un reflejo parcial de lo que fueron y son las cosas porque todo ha pasado por el filtro de su recuerdo y de su percepción. “He necesitado sesenta años para saber salir del caparazón en el que me había encerrado para proteger a Lluís”. Una evolución como persona que le ha llevado a evolucionar también como actor. Ahora empieza todo está escrito desde el recuerdo, desde la duda, desde la certeza, desde el miedo, desde el entusiasmo, desde la complicidad. Y, sobre todo, desde la honestidad.

“Si consigo transmitir que la vida hay que disfrutarla y exprimirla, y que siempre se está a tiempo de hacerlo y de superar los miedos y las inseguridades que durante años nos han atenazado, este libro habrá tenido sentido”.

LLUÍS HOMAR como PERSONA
Nació un Sábado Santo. Es el quinto de ocho hermanos en una familia muy católica. Fue monaguillo y boy scout. De pequeño jugaba con sus hermanos a representar películas del Oeste; él siempre era el hombre del bar. Se hizo pipí en la cama durante mucho más tiempo que sus hermanos. Siempre tuvo la necesidad de sentirse el favorito, lo contrario le sumía en la tristeza y la inseguridad. “Todavía ahora me asalta la idea de que no estoy a la altura”. No fue buen estudiante en el instituto, sin embargo después ha sentido un enorme placer por aprender. Su paso por la Universidad fue testimonial. Se salvó de ir a la mili. Siempre ha simpatizado con las ideas anarquistas. Tiene pasión por los Donuts, de hecho durante mucho tiempo desayunó tres donuts y una Schweppes de naranja. Le gustan los deportes aunque por sus horarios tiene poco tiempo. Siempre ha sido bueno recordando fechas y efemérides. Sus dos grandes pasiones son viajar e interpretar. Siempre quiso ser Marlon Brando, “a mí Marlon Brando me gusta hasta cuando no me gusta”. Le gusta la individualidad pero lucha contra el ego. Cuidar las relaciones de amistad no ha sido nunca su fuerte. Siempre le ha acompañado el miedo aunque nadie lo supiera. Es enfermizamente perfeccionista. Es inseguro y orgulloso, así que una mala crítica es sinónimo de estar hundido durante unos cuantos días. No se puede imaginar su recorrido sin todos los años que lleva haciendo terapia. La práctica de chi kung, taichí, mindfullnes y meditación es muy importante para conectarle con su yo más íntimo. Creía que sus experiencias traumáticas ya estaban recolocadas y haciendo este libro se ha dado cuenta de que muchas todavía no lo están.

LLUÍS HOMAR como ACTOR
De pequeño le gustaba ver Estudio 1, de Televisión Española. Le fascinaban María Luisa Sala, José Bódalo, Tina Sainz, Luis Prendes, Manuel Galiana…La película Muerte de un viajante con José María Rodero al frente del reparto, le impactó muchísimo. Su gran primer personaje fue en George Dandin, un texto de Molière con el que sintió que el reconocimiento era unánime. Sus primeros referentes fueron Fabià Puigserver, Lluís Pasqual y Albert Boadella, en Barcelona, y Nuria Espert y José Luis Gómez, en Madrid. También el director argentino Carlos Gandolfo. Estuvo becado en Nueva York aunque no le marcó, teatralmente hablando, como sí lo hicieron Milán, donde fue a ver L´Arquelino en el Piccolo, y París con obras como El jardín de los cerezos, El rey Lear o La tempestad. Fue uno de los fundadores del Teatre Lliure, que luego dirigió durante seis años, y que le dio los mejores momentos de su vida y seguramente también los más duros. El personaje de Fígaro es de los que más le han hecho sufrir. En el mundo del cine, la película clave fue Valentín porque gracias a ella entró en contacto con Pedro Almodóvar, con quien llegó a tocar el cielo y también bajar a los infiernos. Ha sentido la felicidad absoluta al representar a Papageno en La flauta mágica, a Cotrone en Los gigantes de la montaña y a Spooner en Tierra de nadie. Está muy contento con algunas de sus interpretaciones en cine, como por ejemplo la del papa Borgia en Los Borgia, pero cree que no ha contado demasiado para los directores más reconocidos. “La sensación que tengo es que no he llegado a formar parte de la familia del cine, sin embargo tengo una gran dosis de entusiasmo en reserva.”

JORDI PORTALS (Barcelona, 1972) es licenciado en Periodismo y trabaja desde hace más de veinte años como guionista de televisión. Ha escrito guiones para más de cuarenta programas, sobre todo para TV3 y TVE, como El club, Sota Terra, Els Pirineus des de l’aire, Qui corre, vola o Redes. Recientemente, ha escrito documentales como La cançó censurada y ha dirigido otros como Prim, Anatomia d’un general y Paco Candel, L’altre català. Es autor del libro de cuentos Regala’m un minut més y del ensayo humorístico El futbol és així, y ha ganado más de treinta premios de narrativa corta. También ha escrito varias obras de teatro.

LLUÍS HOMAR (Barcelona 1957) es actor y director de teatro. En el año 1976 formó parte del equipo fundador del Teatre Lliure, con el que participó en más de treinta espectáculos y del cual fue director artístico entre 1992 y 1998. Entre sus últimos trabajos teatrales destacan Tierra de nadie (2013), Tierra baja (2014), con el que obtuvo el Premio Max al mejor actor protagonista, y El profesor Bernhardi (2016). En el año 2006 ganó el Premi Nacional de Teatre por su interpretación en El hombre de teatro. Desde su debut con La plaza del diamante en el año 1981, en cine ha trabajado en unas cincuenta películas con directores como Francesc Betriu, Pau Freixas, Pedro Almodóvar, Antonio Hernández o Montxo Armendáriz. En el año 2012 ganó los premios Goya y Gaudí por su papel en la película Eva. También ha participado en numerosas producciones televisivas. Ha ganado en dos ocasiones el Premio de la Academia de la Televisión por sus papeles en las series 23-F, el día más difícil del rey e Hispania.

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