“Hasta ahora he mezclado en mis novelas dos espacios temporales. Ésta es la primera vez en que escribo de forma lineal. Me apetecía hacerlo todo en Egipto, además, es más cómodo porque no hay que cuadrar historias de diferentes tiempos o lugares”, nos cuenta Nacho Ares en la cafetería de un conocido hotel de la Gran Vía madrileña muy cerca de su casa madrileña. “En El Cairo tengo también casa y paso allí los veranos y largas temporadas”, señala este investigador de los misterios de la civilización egipcia.
En “La hija del Sol” nos muestra la figura del faraón Akhenatón, supuesto instaurador del monoteísmo en Egipto desde un punto de vista ameno y detallado donde desvela la verdad de una civilización tan remota como fascinante. “La historia de Egipto la conozco muy bien y he querido hacer de Akhenatón un personaje muy real. No era tan visionario como dicen y sí un gran militar, en ocasiones cruel con sus enemigos, que creó un estado policial”, describe con precisión el autor.
“La tradición historiográfica de este periodo se conoce muy bien desde finales del siglo XIX, de ahí que todos los personajes de la novela son totalmente reales, al igual, que las situaciones que cuento, ya que las he sacado de las tablillas existentes. Los escenarios los conozco muy bien debido a que paso largas temporadas en Egipto”, cuenta en el tono característico suyo que tan bien conocemos por sus intervenciones el “Cuarto milenio” de Iker Jiménez.
Una de las novedades de la novela es que “la protagonista es Isis, la hermana de Akhenatón, la historia está contada casi desde su punto de vista”, subraya Nacho Ares. Akhenatón fue un faraón muy singular que dio la espalda al culto de Atón y trasladó la capital de Egipto de Uaset a Akhetatón, con el fin de terminar con los privilegios del clero corrupto y, también, debido a las múltiples plagas que castigaban a la capital.
Todo Egipto gira alrededor del Nilo. “Es el don del país. Todas las ciudades y todos sus conceptos religiosos están supeditados a ese río. La barca es un símbolo esencial en esta cultura”, explica Nacho Ares. También puntualiza cómo veían ellos a las pirámides, “es como cuando nosotros miramos el arte pre-románico o visigodo. Lo veían como algo ancestral y mágico. Con una calidad artística realmente extraordinaria”.
En “La hija del Sol” refiere las características de esta civilización, muy dependiente de la magia. “Los astrónomos y astrólogos egipcios trataban de manipular a la población con sus artes”, afirma Nacho Ares con convicción y añade “la magia estaba muy presente entre los egipcios, aparece la magia y el ilusionismo en aquel tiempo, las calles estaban llenas de trileros. Ahora bien, hay que diferenciar entre ilusionismo y la magia esotérica”. Nacho Ares es un enamorado de ambas artes, siempre lleva en el bolsillo un mazo de cartas con la que está dispuesto a hacer cualquier truco de magia, en su infancia ya le gustaba jugar con aquellos inolvidables juegos de Magia Borrás. En la presentación de su libro, estará acompañado de Carmen Porter, compañera en Cuarto milenio, y del mago Jorge Blass. La velada promete, ciertamente.
Nacho Ares reconoce que hay un periodo oscuro en la historia de Akhenatón, “me he tomado alguna licencia para escribir la novela ya que durante un tiempo, su reinado se convirtió algo herético y se destruyó mucha información”, apunta con rigurosidad. Incluso las pinturas y esculturas del faraón se destruyeron.
El autor leonés es de los escritores que no se ponen a escribir hasta que no tiene claro el desarrollo de la novela, capítulo por capítulo. Tiene el mapa claro desde el comienzo, eso le hace que cuando se sienta a escribir lo hace de manera muy rápida, “en unos meses ya tenía escrita la novela”, puntualiza. La idea de la novela ya la tenía en la cabeza desde hacia bastante tiempo.
Cree que “hay una tendencia a idealizar la sociedad desde la eternidad por eso la fascinación que tenemos por Egipto, por los misterios que guarda. Si supiésemos todos sus misterios esa fascinación desaparecería. Egipto sigue siendo muy atractivo para viajeros y lectores, y lo vemos como un antecedente nuestro mundo. Tan sólo conocemos un 15% de su historia y de sus misterios”. Quizá por eso valoremos más los descubrimientos de los textos de esta civilización que sus tesoros ocultos.
Nacho Ares nació en León en 1970 y se licenció en Historia Antigua por la Universidad de Valladolid. Además, es certificado en egiptología por la univer¬sidad de Manchester. Desde siempre se ha dedi¬cado a la investigación y divulgación en diferentes medios de comunicación de los enigmas históricos que rodean al mundo del Antiguo Egipto. Fue direc¬tor de la prestigiosa Revista de Arqueología y sus artículos han sido habituales en diferentes revistas especializadas. Desde octubre de 2009 dirige y pre¬senta el programa SER Historia de la Cadena SER, y actualmente es reportero del programa Cuarto Milenio de Cuatro Televisión. Hasta la fecha ha pu¬blicado una docena de libros, de los cuales nueve ensayos están dedicados a la cultura egipcia. Sus dos novelas, La tumba perdida (2012) y El sueño de los faraones (2014), ambas publicadas en Grijalbo, han sido reconocidas por la crítica especializada y muy apreciadas por los lectores.
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