En esta ocasión nos propone una historia donde se entrecruzan los mitos y las tradiciones orientales con un sorprendente descubrimiento que podría cambiar para siempre la noción de vida: ahora el caso que nos ocupa tiene una menor trascendencia en cuanto a errores, sabotajes o crímenes relacionados con la práctica médica (como sucedía en sus anteriores obras), sino que entran en juego la arqueología y la religión como parte fundamental del hilo principal de la novela.
A la pareja de forenses Jack Stapelton y Laurie Montgomery, esposos y viejos conocidos de los lectores de Cook, se suman en esta ocasión dos amigos del médico: Shawn Doherty, un arqueólogo enfrentado a la Iglesia, y Kevin Murray, obispo de la diócesis de Nueva York. Stapelton se verá atrapado entre ambos amigos y a la vez rivales: lo que Doherty ha descubierto en sus excavaciones podría poner en peligro la mismísima pervivencia de la Iglesia católica y sus dogmas más esenciales.
Como se avanzaba al inicio, el caso principal en el que se basa el argumento de Intervención no es exclusivamente un tema médico. Pero eso no quita que haya críticas a la mala praxis médica: Antes de que Cook se sumerja por completo en la trama principal, al forense Jack Stapleton le tocó hacer una autopsia que revelaba una muerte por disección de las arterias vertebrales causadas por métodos quiroprácticos.
Esto lleva a una pequeña investigación por parte del médico para desacreditar las terapias alternativas, a las que la gente no deja de acudir aunque los estudios más objetivos y serios hayan desvelado que la mayor parte de las terapias alternativas se basan en el efecto placebo y que no tienen ningún tipo de base racional, y que encima podrían provocar la muerte del paciente por casos como hierbas chinas contaminadas por mercurio u otros metales pesados, excesivas presiones en la columna vertebral o agujas de acupuntura que atraviesan el corazón por puntos que son fundamentales para que pueda latir, lo que provoca la muerte de los individuos.
En cuanto al tema principal de la obra, en el que Cook nos va introduciendo poco a poco añadiendo misterio progresivamente, hay que destacar el papel fundamental de la religión cristiana: en las manos de un amigo del forense acaban cayendo unos papeles que revelan la localización de documentos escritos por Simón el Mago y un osario cuyo contenido podrían ser los restos de una figura religiosa mundialmente importante, lo que provocaría dudas sobre su ascensión a los cielos en cuerpo y alma y haría tambalearse a los pilares de la Iglesia, además de proporcionar su ADN a los investigadores.
En definitiva, un thriller médico de plena actualidad en el que colisionan ciencia genética, biotecnología y religión.
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