Sussana Tamaro se mostró profundamente militante en contra de varias cuestiones actuales. “Tengo un espíritu de resistencia ante un mundo más pobre en cuanto lo económico pero, también, en cuanto a lo humano. Creo que la fábula reúne una serie de cualidades que sirven como antídoto contra la superficialidad que gobierna el mundo”, explicó la escritora de Trieste.
"Entre el poder y la libertad, escojo la libertad que es lo más importantes de las personas y lo más difícil de conseguir por las trabas que nos ponen. Con el poder se llega a la infelicidad y es la infelicidad la que nos lleva la hastío", expuso Susanna Tamaro ante un grupo de periodistas culturales.
“La tigresa y el acróbata” es una fábula contra el cinismo, para acaba con él. “Creo que he terminado mi legado espiritual y no creo que escriba más novelas, tal vez cuando tenga cien años", dijo en tono de humor la escritora italiana descendiente del escritor Italo Svevo. Si embargo ha manifestado su necesidad de seguir contando cosas bonitas. "Escribir para los niños es más difícil, pero sientes que, si les das cosas bonitas, son como plantas que se riegan", señaló .
Sussana Tamaro reconoció sentirse "sola" en muchas ocasiones por su postura 'humanística' ante la vida, contraria al alejamiento de la naturaleza y la superficialidad. "Me siento como la tigresa de mi libro", apuntó, en alusión al animal protagonista que busca la libertad durante toda su vida.
"La tigresa y el acróbata" cuenta la leyenda de un animal salvaje que rechaza su destino para conocer nuevos lugares, si bien esa búsqueda conllevará superar numerosas dificultades, incluidas el cautiverio. Tamaro deja también un papel 'oscuro' a los seres humanos, "único animal de la naturaleza capaz de matar por envidia".
"El pesimismo es parte de mi carácter, aunque siempre abrigo esperanza y por eso escribo", explicó la autora, quien cree que el mundo es "mucho más hostil ahora" que hace varios años. "Los niños están muy mimados, lo tienen todo y están controlados por el móvil. Un mundo en el que se ha impuesto el cinismo representa el final de la civilización", afirmó rotunda la escritora de varios best sellers.
La relación del hombre con la naturaleza también ocupa gran parte de las páginas de su nueva fábula, entre ellas la del papel que juegan los circos con animales, de gran tradición en Italia. "No me gustan estos circos, me angustian. Sé que hay una relación profunda entre los animales y sus cuidadores con la domesticación, pero no se puede tener a animales salvajes encerrados como los tigres o elefantes", dijo.
“Estamos viviendo un alejamiento de la naturaleza en favor de las urbes lo cual nos empobrece en todos los sentidos. Somos parte de la naturaleza y no nos damos cuenta de eso. Llevo viviendo más de 30 años en el campo y es trágico observar las consecuencias del cambio climático: en Italia ya no llueve y estamos en niveles de África", expresó con lástima.
Tamaro ha reconocido la influencia de los cuentos de Andersen y de Kafka en su escritura, no así los cuentos de hadas tradicionales, pero sin lugar a dudas su lugar de nacimiento (Trieste) ha sido "fundamental", ya que durante muchos años fue la última ciudad del mundo occidental. "Es un lugar que no tiene raíces únicas y eso predispone mucho para la literatura. Es un lugar prácticamente apátrida, con grandes influencias tanto de Slovenia, como de Croacia o de los judíos.
“Con mi fábula deseo ir a la busca de la propia libertad. Es un texto para plantearse preguntas, incluso que se den las respuestas antes de preguntar”, concluyó la escritora italiana.
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