Los Reyes comenzaron su visita, poco después del mediodía, en las casetas del Ministerio de Cultura de Portugal y de la librería Ler Devagar, donde recibieron las primeras recomendaciones: La máquina de hacer españoles, de Walter Hugo Mãe, y La muerte de Colón. Metamorfosis y fin de Occidente, de Eduardo Lourenço, quien precisamente dictará, esta misma tarde, a las siete, la conferencia inaugural de esta edición de la Feria. A continuación se detuvieron en el stand del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, donde el secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo, que acompañó a los Reyes durante todo su recorrido, los obsequió con el libro De la fotografía al azulejo y con el catálogo de la exposición Tesoros de la Hispanic Society of America del Museo del Prado. También recibieron ejemplares de la novela Sin noticias de Gurb, de Eduardo Mendoza, premio Cervantes 2016; La habitación de Nona, de Cristina Fernández Cubas, premio Nacional de Narrativa 2016, y Geografía humana y otros poemas, de Gloria Fuertes, ilustrado por Noemí Villamuz. Por su parte, el presidente de Portugal recibió el volumen O artista e a cidade de Eugenio Trías, obra traducida al portugués gracias a las ayudas a la traducción a lenguas extranjeras convocadas por el Ministerio. Carlos IIII y el Madrid de las luces y El cartapacio del cortesano errante fueron los títulos que recibieron en el espacio que comparten en la Feria el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid.
Antes de detenerse en el pabellón en el que la Embajada de Portugal en Madrid desarrollará un amplio programa de actividades durante los diecisiete días de la Feria, los Reyes no desaprovecharon la ocasión para interesarse por la literatura española actual. Se llevaron la novela Kanada, de Pedro Gómez Bárcena; y varios poemarios, entre ellos Cuaderno de campo, de María Sánchez; El arrecife de sirenas, de Luna Miguel; Nieve antigua, de María Sotomayor, y La habitación de las ahogadas, de Álex Portero. Pero su selección bibliográfica no olvidó incluir a clásicos como La tienda de antigüedades, de Dickens; la edición conmemorativa de Cien años de soledad de García Márquez editada por la Real Academia Española. En sus bolsas también metieron ensayos como Peter Handke y España, volumen coordinado por Cecilia Dreymüller; El Guernica recobrado, de Genoveva Tusell; Homo deus. Breve historia del mañana, de Yuval Noah Harrari, o Historia política del alambre de espino, de Olivier Razac.
Doña Letizia manifestó un especial interés por obras de tema periodístico y, a propósito de Una historia personal. Sobre cómo alcancé la cima del periodismo en un mundo de hombres, las memorias de Katharine Graham, la Reina confesó que le había interesado mucho la lectura de la trayectoria profesional de la editora de The Washington Post.
La literatura infantil y juvenil también despertó el interés de los Reyes: Achimpa, de Catarina Sobral; Antes del primer día, obra de Juan Carlos Palomino que ha recibido el premio internacional de Ilustración Feria de Bolonia; Princesas Dragón: El misterio del huevo dorado, de Pedro Mañas; Bis, de Jorge Gómez y David Fernández; Versos de la Tierra, de Javier Ruiz Taboada; La película de la vida, de Maite Carranza; Cómo arreglar un libro mojado, de Roberto Aliaga.