“El mal es el tema fundamental de la literatura”, nos dice la escritora madrileña nada más comenzar la entrevista. Sofía Rhei es una lectora empedernida, además de autora, que ha leído innumerables libros donde el mal está muy presente. “La literatura y el mal están muy integrados pero, me preguntaba y ¿la literatura y el bien?”, expone sin pausa la escritora. Precisamente, eso es lo que quería indagar con esta novela suya.
Sofía Rhei nos reconoce que “la novela está basada en una experiencia biográfica mía”. Más sincera no se puede ser. Ahora ya comprendemos una de las dedicatorias del libro. Y sabemos por lo que ha pasado, tanto la protagonista Silvia como ella. Porque la novela narra una relación de amor tóxico y cobarde. Una relación donde la infidelidad juega un papel importante y donde el protagonista masculino no da el paso que tendría que dar. ¿Cuántos se han encontrado en esa situación? Y por cobardía no han puesto las cosas en su sitio.
La idea del amor que tiene la autora ha sido modelada por sus lecturas, tanto juveniles como de adulta. “El amor es el objetivo vital de cualquier persona y por el que se cometen muchas insensateces”, reflexiona con lucidez esta joven autora con una larga experiencia. Con “Espérame en la última página” no ha querido regodearse de las personas que se sienten mal, todo lo contrario, ha querido darles una solución y esa solución está en los libros y en las lecturas que hemos realizado a lo largo de nuestras vidas.
La historia de amor que nos narra tiene mucho de tóxica por la falsedad de una de las partes de la pareja, Alain, y, lo peor, es que Silvia sabía que la estaban engañando, lo que supone que se estaba faltando al respeto ella misma. “El mito del amor romántico no es discutido por nadie. Durante siglos nadie se ha cuestionado que esos sentimientos fuesen tan exacerbados”, expone razonadamente.
En su opinión, “la novela tiene estructura de comedia clásica, con un toque de humor”, señala y se queja que en la actualidad se publiquen pocas novelas de humor y “más sabiendo que la literatura española tiene su fundamento y origen en una libro de humor: El Quijote”, asevera y se brindaría a llevar una colección de humor en cualquier editorial. Que tomen buena nota los dueños británicos de la suya, ya que ellos siempre han tenido un humor muy británico, aunque no se les note.
Sofía Rhei opina que las corrientes feministas de hoy en día son un poco regresivas. “La presión de géneros es muy agresiva desde la publicidad, sobre todo, y hace mucho daño a la autoestima de las personas”, apunta y añade “en las situaciones de maltrato, la víctima suele segregar una sustancia que hace que esté eufórica. De ahí que se enganchen a los maltratadores sin causa aparente”.
La acción de “Espérame en la última página” discurre en Paris. “Allí vive mi hermana y la he escogido porque es una ciudad con muchísimos contrastes por lo que me venía bien como escenario para la novela. Es una ciudad que recibe y trata un poco mal a sus visitantes. Yo no he visto una policía tan agresiva como la de la Ciudad de la Luz. Paris es un emblema de la diferencia que hay entre lo que llega al público y lo que te encuentras en su vida cotidiana”, describe la autora de "Róndola".
Cree Sofía Rhei que los libros incitan a viajar y querer ver los escenarios de las novelas. “También tienen los libros una fuerza transformadora y terapéutica. Todos los libros de los que se habla en la novela han tenido esa fuerza para mí y creo que al lector les puede hacer el mismo bien que me hicieron a mí”, expresa con claridad. Cree que la fascinación del lector es porque le gusta ponerse en la piel de otras personas, de los protagonistas de las novelas.
“La percepción que tenemos de nosotros mismos, no es la que tienen los demás de nosotros”, puntualiza. De ahí que “estemos condenados a ser nosotros mismos y esto es enriquecedor”, asevera con rotundidad. La novela habla del monstruo y la imagen del monstruo que somos nosotros mismos. “Todo esto tiene un componente romántico, que ha tratado la novela clásica del XIX”, puntualiza.
Para Sofía Rhei, los escritores son un poco mercenarios. “Si una obra tiene éxito, es lógico que la editorial nos diga que sigamos por ese camino. Yo donde mejor me muevo es en la literatura fantástica. Estoy escribiendo una novela que sigue la estela de Espérame en la última página pero con unas dosis mayores de fantasía”, nos anticipa la autora que para finalizar nos dice que “no tiene miedo de que identifiquen a mi novela como un libro de autoayuda”. Obras como “El Principito” y otros muchos clásicos también lo son.
Le ha quedado a Sofía Rhei una novela equilibrada, donde el humor y las emociones comparten situaciones originales. Con un final feliz, y aunque nada es para siempre, es mejor un punto de optimismo que de pesimismo, al menos eso creo la autora.
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