Tanto Rosa Montero como Gonzalo Hidalgo Bayal conversan con Fernando del Val acerca de un amplio repertorio de temas de interés. Así, con la periodista y escritora hablamos sobre el sexo y la muerte, la novela y la madurez. Igualmente analizamos el presente y el futuro de los medios de comunicación, el papel de Europa o el actual cuestionamiento de la democracia. Por lo que se refiere a la entrevista con el profesor y autor de “Nemo”, repasamos sus devociones literarias: Kafka, Faulkner, Juan Ramón Jiménez o Rafael Sánchez Ferlosio. Se habla también de Buñuel y de la tristísima realidad que mostró en “Las Hurdes, tierra sin pan”, de la situación de la enseñanza o de la atracción que siente hacia las ruinas.
ROSA MONTERO: “LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN ESTAMOS INSTALADOS EN EL DESASTRE, PERO ALBERGO ESPERANZA”
En la amplia conversación con Rosa Montero (Madrid, 1951) que publica TURIA descubriremos a una autora que está “harta de ser periodista” y que reconoce que “en periodismo hablas de lo que sabes y en ficción de lo que no sabes que sabes”. Sin embargo, sus lectores la admiramos porque, como afirma su entrevistador, ella siempre “sabe qué quiere decir, y cómo, no hace falta que nadie le dé pie. Y sabe, sobre todo, que la libertad es un don que no se halla entre las cosas sino muy por encima; en eso se parece a la claridad”.
Confiesa Rosa Montero que, para ella, “escribir es un camino zen” y que “la libertad tiene que ver con dejar circular el inconsciente. Las novelas nacen del mismo lugar que los sueños”. La autora, reconoce que cada vez practica una literatura más mestiza: “la novela de hoy intenta reflejar la realidad, y yo la veo mezclada de fantasía y divulgación”. Además, “de la unión de lo fantástico y lo real sale la realidad. Cervantes fue el primero en darse cuenta. Lo que él hizo repercutió en todos”.
Para la autora de títulos como “La ridícula idea de no volver a verte” o “La carne”, “la gente carga el amor de cosas que no son. Lo hemos trascendentalizado”. Y respecto al sexo nos dirá: “no me cabe la menor duda de que el sexo es una vía de conocimiento de primer orden, al nivel de cualquier otra –una conversación profunda, por caso-. No a la primera, pero sí una forma rápida y efectiva de conocer una parte muy íntima del otro, y no hablo de la desnudez, sino de su manera de ser”.
Rosa Montero, que empezó a trabajar como periodista a los 19 años, asegura que “en las actuales condiciones, aun siendo un genio, es imposible hacer buen periodismo. Y, para rematar, los medios andan entrampados con los bancos, por lo que pierden libertad y no sólo eso: desesperados, apuestan por temas absurdos y sensacionalistas. Estamos instalados en el desastre. Pero albergo esperanza”.
Preguntada por el papel de Europa y la crisis de las democracias occidentales, Rosa Montero se muestra contundente: “Europa ha sido un andrajo toda la vida. Somos unos cobardes”. Además reconoce que “vivimos la mayor crisis de legitimidad que ha habido. Hay que refundar el sistema porque fuera de la democracia lo que hay es llanto y crujir de dientes, y a eso vamos”. Por último, muestra su simpatía por la canciller alemana Angela Merkel: “es el único líder que ha arriesgado su credibilidad para ayudar. Hay que preguntarse por qué no representamos una opción atractiva y democrática”.
GONZALO HIDALGO BAYAL: “DUDO QUE LA ENSEÑANZA PUEDA CREAR LECTORES LITERARIOS”
De Gonzalo Hidalgo Bayal (Higuera de Albalat, Cáceres, 1950), se ha dicho que es uno de los “Bartlebys” de nuestra narrativa, de esos escritores escondidos centrados en su obra y alejados del espectáculo mediático. Su entrevistador dice de él en TURIA que “tiene los ojos sucios de lecturas y limpia la mirada”. Es la suya “una lucidez rayana en el humor de quien sabe, contra la máxima, que querer no es poder, y que el humor no tiene que ver con la jocosidad”. También cree Hidalgo Bayal que “nos configura lo que leemos” y que “al cumplir años, la vida se degrada y te proporciona una perspectiva escéptica o indiferente”. Por otra parte, “venir de fuera propicia ver lo que los propios no ven”.
Quien durante años diera clases en un instituto de secundaria, duda que la enseñanza pueda crear lectores literarios: “El momento en que alguien se hace lector convulso solo depende de ese alguien. No se puede enseñar. Muchos leen empujados en el instituto y, cuando deben ser autónomos, se retiran. Yo lo comparo a la Primera Comunión: se preparan, la hacen y no vuelven a misa ni a comulgar ni a confesarse”.
Preguntado por aquellos primeros deslumbramientos que tuvo como lector y escritor no duda en reconocerse juanramoniano y ferlosiano, y que “Faulkner me hizo pasar de los endecasílabos a la prosa”. Asegura también que Kafka te puede afectar personalmente y que “si no hay nada que aportar, mejor callarse”. Entre sus libros más celebrados se encuentran "Nemo" y "La sed del mal".
TURIA posee el Premio Nacional al Fomento de la Lectura y es, con sus más de 30 años de trayectoria, una de las revistas culturales de referencia en español. Su edición en papel tiene una periodicidad cuatrimestral y, en cada entrega, publica 500 páginas de textos inéditos que sirven para tomar el pulso a la creatividad literaria nacional e internacional. Cuenta también con una versión digital (web y Facebook) muy apreciada por los lectores.
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