El paso de la juventud a la madurez se desboca y complica, en las mujeres, cuando aparecen los hombres. De ahí el título de la novela. Lo mismo ocurre a los hombres, cuando dan el paso a la madurez, cuando aparecen las mujeres. En la novela, las dos principales protagonistas Teresa Mendieta y Elizabeth Babel, sufren a edad adolescente sendos embarazos no deseados que trastocan de diferente maneras sus vidas.
La novela tiene un potente juego de narradores. Comienza la trama en la época actual con un narrador en tercera persona que pasa a primera cuando Teresa Mendieta toma las riendas de la novela. Al mismo tiempo, hay una narradora Elizabeth Babel, que mediante cartas que se escribe a si misma, nos cuenta su vida a comienzos del siglo pasado, justo en los años de la Gran Guerra. Ambas vidas parecen que guardan una cierta sincronización o determinismo. Lo que le sucedió a Elizabeth, parece que Teresa Mendieta está condenada a repetirlo. Ambas mujeres parecen unidas, comparten su mundo cerca de los fogones en una misma casa y su amor por la esgrima, con cien años de diferencia, y lo mismo ocurre en los amores.
Una novela que podría parecer en un principio costumbrista de las dos épocas que trata, cambia en la segunda parte para convertirse en la historia de la investigación de la desaparición de Teresa. El lector se encuentra con un nuevo narrador, Phillipe, profesor de esgrima de Teresa, que comienza una curiosa investigación para determinar qué es lo que la ha ocurrido a la protagonista, para ello comienza un periplo donde interroga de manera sutil a todas las personas que han tenido que ver en la vida de la protagonista.
Marian Izaguirre tiene un estilo narrativo muy peculiar y determinado. Une sus vigorosas descripciones de los lugares donde han vivido las protagonistas con un sentido muy intimista de las emociones que tienen. La culpa es, quizá, el eje de la novela; no el amor como puede parecer en un primer momento. La culpa que sienten ambas protagonistas hace que sus vidas se conviertan en infelices. Esa búsqueda de la felicidad que emprenden ambas se ve truncadas por una serie de decisiones o acontecimientos. “Hay días que amanecen rotos”, dice el narrador en un momento determinado de la novela. Las vidas de ambas se rompen sin que puedan hacer nada para poder recomponerlo.
“Cuando aparecen los hombres” es una brillante novela donde la autora se adentra en el interior de las protagonistas, desmenuzando su personalidad y sus motivaciones más íntimas. Además, urde una gran trama sobre la desaparición de Teresa, dejando las puertas abiertas a la interpretación de cada lector. Marian Izaguirre consigue en cada novela que publica encontrar algo nuevo que decir y de manera diferente.
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