Aunque Lyonel Feininger nació en Nueva York, sus padres, músicos de origen alemán, quisieron que se trasladara a Alemania para completar su formación musical cuando tenía tan sólo dieciséis años. Esa especie de doble pertenencia, americana y alemana, marcaría tanto su vida como su obra. En Alemania, Feininger decidió dedicarse al arte y se adentró en un género por aquel entonces incipiente: la caricatura.
Dibujos satíricos y viñetas
Sus dibujos satíricos y sus viñetas no tardaron en ser publicados en revistas alemanas y francesas como Ulk [Broma], Lustige Blätter [Páginas cómicas] o Le Témoin [El testigo]. En 1906, poco antes de mudarse a París, firmó un contrato con el Chicago Sunday Tribune, para el que Feininger creó The Kin-der‑Kids [Los niños Kin-der] y Wee Willie Winkie’s World [El mundo del pequeño Willie Winkie], tiras que se cuentan entre las manifestaciones más tempranas del cómic internacional.
Pintura
Pero Feininger fue dejando de lado la caricatura para volcarse, de forma natural y progresiva, en la pintura. Aunque en sus primeros cuadros mantuvo todavía un vínculo con la caricatura, centrándose en escenas callejeras y personajes exagerados, entre 1906 y 1908 trabajó en una línea más abstracta, abandonando prácticamente la figura y adoptando un lenguaje basado en las líneas rectas y los planos fragmentados de color; una suerte de cubismo figurativo y prismático con vetas románticas y mágicas que se convertiría en una de sus marcas originales.
La Bauhaus
En 1919, Walter Gropius invitó a Feininger a formar parte de la Bauhaus junto con Klee, Kandinsky y otros artistas, concretamente para que dirigiera el taller de grabado, del que Feininger fue maestro hasta su cierre en 1932 por las autoridades nacionalsocialistas. El trabajo en la Bauhaus le hizo desarrollar a fondo la técnica del grabado en madera a la fibra, lo cual le permitió ahondar también pictóricamente en el juego de planos. Con la llegada del nazismo, su arte fue tachado de “degenerado” y en 1937 Feininger decidió regresar a Estados Unidos, donde viviría hasta su muerte en 1956.
Lyonel Feininger y su mundo
Lyonel Feininger y su mundo son acogidos ahora en el programa expositivo de la Fundación Juan March, que, entre otras características propias, quiere presentar al público y al lector en español figuras, épocas y aspectos insuficientemente explorados de la cultura moderna.
Tras las exposiciones dedicadas a otros maestros y alumnos de la Bauhaus, como Vassily Kandinsky (1978, 2003 y 2004), Paul Klee (1981 y 2013), Josef Albers (2014) y Max Bill (2015), la de Lyonel Feininger vuelve a centrarse en uno de los maestros de la Bauhaus, escuela a la que la Fundación Juan March también dedicó en 1978 la primera muestra celebrada en España.
“Retrospectiva concentrada”
Lyonel Feininger (1871-1956) es una suerte de “retrospectiva concentrada” de la trayectoria del artista que reúne cerca de cuatrocientas obras y documentos procedentes de diversas colecciones públicas y particulares de Europa y Estados Unidos, con los que se recorren tanto los diferentes medios en los que el artista trabajó —el dibujo, la gráfica, la pintura, la fotografía y la construcción de juguetes— como los principales motivos y temas de su obra, que abunda en figuras y personajes urbanos, en barcos y trenes, en paisajes y marinas, y en las arquitecturas seriadas de puentes o de ciudades que le inspiraron y que Feininger convirtió en emblemas: París, Weimar, Halle, la localidad costera de Deep, en el mar Báltico, el pequeño pueblo de Gelmeroda o los perfiles de su Manhattan natal.
La exposición
La exposición, que ha contado con la indispensable ayuda de Achim Moeller (director ejecutivo de The Lyonel Feininger Project, institución responsable del trabajo en curso del catálogo razonado del artista) y con la colaboración de numerosos especialistas internacionales, está acompañada por un catálogo, […] primera monografía en español sobre el artista y que sus ensayos y textos, de la mano de algunos de los más reputados expertos alemanes, estadounidenses e italianos en la obra de Feininger —como Wolfgang Büche, Ulrich Luckhardt, Maurizio Scudiero, Heinz Widauer, Peter Selz, Achim Moeller, Danilo Curti- Feininger, Martin Faass y Sebastian Ehlert—, la convierten en una fuente indispensable para el conocimiento de Feininger.