La noche insular y urbana, habanera, es el protagonista de la novela y todas las noches quieren fundirse o se funden en la sola, larga noche del libro, que al final comienza a amanecer, lenta y reveladora.
En esta novela, convertida en un clásico de la literatura en español, Guillermo Cabrera Infante desgrana varios de sus amores, de sus obsesiones, de sus temas: La Habana, el inglés, la literatura, la jerga de la ciudad, las habaneras, el cine de día, la música total, los autos viajando y «también la nostalgia y la noche».
Guillermo Cabrera Infante (Gibara, provincia de Oriente, 1941 - Londres, 2005). Comenzó a estudiar medicina, aunque abandonó la carrera para trabajar como redactor de la revista Bohemia. En 1949 creó el semanario Nueva Generación y en 1950 ingresó en la Escuela de Periodismo. Ha publicado el volumen de relatos Así en la paz como en la guerra, la novela La Habana Para un Infante Difunto, la recopilación de críticas cinematográficas Un oficio del siglo XX, el libro narrativo unitario Vista del amanecer en el trópico, la colección de artículos y ensayos O y el inclasificable volumen de piezas experimentales Exorcismos de estil(l)o.
Posteriormente publicó un conjunto de cinco extensos ensayos sobre sendas figuras del cine norteamericano, bajo el título de Arcadia todas las noches, reunió sus escritos de tema cubano en el volumen Mea Cuba, escribió en inglés el libro sobre el tabaco Holy Smoke y dio a conocer los textos narrativos Delito por bailar el chachachá y Ella cantaba boleros (este último, procedente de Tres tristes tigres) y la recopilación de escritos de crítica cinematográfica Cine o sardina. Recibió el Premio Cervantes en 1997 y en 2001 le otorgaron el Premio Unión Latina por el conjunto de su obra. Murió en Londres en el año 2005.
Puedes comprar el libro en: