Paul Lamarche, el protagonista de esta novela, pensaba haber tomado el camino correcto, vivir como sentía que debía hacerlo hasta que es detenido por un incidente bastante sorprendente durante una noche de fiesta en los Estados Unidos. Este episodio le hará despertar y comenzar a dar pasos por el camino que realmente quiere. De vuelta a su casa en Francia, continuará su aventura, se irá cruzando con personas comunes, sabios o Yodas, que le harán descubrir qué lo había paralizado toda su vida: el miedo. Un sabio que dejó señales en el camino es una parábola contemporánea del autodescubrimiento, el relato de una profunda amistad y una inspiradora historia de amor.
«Aquí tienen la historia de Paul Lamarche, un hombre sometido a sus miedos “internos”, sin ni siquiera ser consciente de ello, y que se habría enfadado si le hubiéramos puesto todo el miedo que lo dirigía delante de sus narices. ¿Él, miedo? Para nada. Así que tenía que darse cuenta. Se arrastró por el suelo durante mucho tiempo, para un día ponerse de pie y caminar.»
El «animal rastrero» que yo era necesitaba tiempo para entender que tenía dos piernas. Cuando, por fin, lo entendí, me moría de miedo de ponerme de pie. Mientras me arrastraba, no corría el riesgo de caerme, eso era reconfortante. De hecho, sin duda era por eso por lo que estaba tan enganchado a mi estado de «animal rastrero». Andar me daba miedo. Al principio, es muy poco estable, pierdes el equilibrio. Pero caminar es vivir. Al fin.
Se aprende a caminar paso a paso, un pie después de otro. ¿Nos caemos? No pasa nada. A todo el mundo le pasa. Hay que volverse a levantar y empezar de nuevo, para no volver a arrastrase jamás.
Puedes comprar el libro en:
Si (
No(
