La novela nos sitúa en el laboratorio del CERN de Suiza, donde el equipo de investigación de Lloyd Simcoe y Theo Procopides está empleando el acelerador de partículas en un proyecto secreto para obtener una misteriosa partícula llamada el bosón de Higgs. Pero su experimento sale terriblemente mal y, durante un par de minutos, la conciencia de toda la raza humana es arrojada veinte años hacia el futuro. Mientras la humanidad debe restañar los catastróficos efectos inmediatos del experimento, las implicaciones más serias tardan algo en aparecer. Aquellos que no recibieron visiones del porvenir tratan de descubrir cómo morirán. Otros buscan ya a sus futuros amantes. Lloyd deberá superar la culpabilidad por haber provocado accidentalmente la muerte de la hija de su prometida, mientras Theo se ve atrapado en la investigación de su propio asesinato.
A medida que las verdaderas consecuencias de lo sucedido comienzan a hacerse claras, la presión para repetir el experimento aumenta sin cesar. Todos quieren un destello del futuro, una oportunidad para saltar y ser testigo de su éxito... o para aprender a evitar sus errores.
Aunque el título de la obra nos haga pensar irremediablemente en la serie homónima, la trama en la que se centra el libro no tiene casi ningún punto en común con la serie, exceptuando el fenómeno. El salto en el tiempo en la obra es de veintiún años y la conciencia se desvanece durante un minuto y 43 segundos; mientras que en la serie el desvanecimiento dura 137 segundos (los famosos 137 Sekunden del tablón de la investigación de Mark Benford) y las conciencias son trasladadas seis meses en el tiempo.
Pese a tanta variación, la novela sorprende por su originalidad ante la imaginación de un futuro que puede ser alterado o no, según el caso y si los personajes actúan consecuentemente con lo que han visto.
En esta novela, repleta del ingenio habitual de Sawyer, de sus descripciones y diálogos de alta escuela, de personajes perfectamente construidos y de un brillante sentido del ritmo, el autor demuestra que está en su mejor momento. Pese a su poco éxito en sus inicios, se trata de una obra muy buena que nos lleva a plantearnos el misterio insondable del futuro y qué podemos hacer para escapar de la predestinación a la que nos sometieron las visiones para no ser simples marionetas en manos del sino como en las antiguas obras del Romanticismo.
En definitiva, un gran libro en el que se basa una gran serie (y también alguna que otra parodia como la de El hormiguero del día de Nochebuena).
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