A partir de esta historia, el escritor logroñés Andrés Pascual ha escrito “Taj”, obra con la que se hizo con el Premio 2016 de Novela Histórica Alfonso X el Sabio. Desde que visitó por primera vez ese palacio, hace ya diez años, quiso escribir una historia sobre él. Durante mucho tiempo guardó en su cartera el ticket de entrada de la visita que realizó. Era un recordatorio de lo que tendría que hacer. Ahora, el ticket descansa entre los papeles del escritor, después de haber cumplido la promesa que se hizo a sí mismo.
Si algo define a la escritura de Andrés Pascual es el sentimiento, “para traspasar el corazón de los lectores tienes que transcribir lo que salga de tu corazón. Los lectores quieren cosas auténticas y honestas”, señala el escritor en la entrevista que mantuvimos con motivo de la publicación de su libro.
“En el libro he reflejado lo que me pedía la mente y el corazón. Quería escribir una novela de tinte romántico y épico”, nos desvela el escritor y añade con seguridad que “he intentado contar una novela histórica con forma de thriller”. Género que domina a la perfección como nos demostró en su novela “Edén”. Para ello, ha utilizado un narrador en tercera persona que ve la historia a través de los ojos del calígrafo Balú. El lector va descubriendo lo que sucede al mismo tiempo que el protagonista.
Su secreto para escribir es “dejarme llevar siempre. Confío en mi pulso interior que me va surgiendo”, nos confiesa. Y su pulso interior le ha llevado muchas veces a países exóticos como Brasil o del Extremos Oriente. “Me siento muy cómodo en Oriente, está lleno de magia y te llenas de historias que luego puedo escribir”, dice en tono relajado.
En cuanto a su estilo señala que “me gusta escribir libros de lectura fácil, que fluya el texto sin ningún tipo de aristas. Siempre intento exprimir al máximo el lenguaje para dejar lo esencial. Me encanta autoeditarme y corregirme las veces que sean necesarias hasta que ya no admita más. Todo lo que se pueda quitar hay que quitarlo hasta que no quede material sobrante. Para concluir un texto tienes que eliminar todo el ruido y llegar al silencio”, explica pausadamente pero totalmente convencido. Así consigue mejorar sus tramas o perfilar mejor sus personajes.
Cree que su novela se debe degustar con el olfato y con el tacto. “Creo que es una novela muy sensitiva”, afirma. No se puede escribir una novela así sin imbuirse de la atmósfera de Oriente pero, tampoco, sin sumergirse en mucha documentación. “He querido hacer una novela profundamente documentada. Afortunadamente, tengo la Biblioteca Británica a tres estaciones de metro de mi casa y allí he podido consultar todo tipo de documentación”, expresa. Incluidas los listados de sueldos de los artesanos.
Hay muchos libros sobre el Taj Mahal pero ninguno desde la perspectiva de los trabajadores. “Es un mundo apasionante, centenares, miles de trabajadores y artesanos de numerosos países trabajaron en la construcción del monumento”, declara. Pero, lo que más le ha llamado la atención para escribir el libro ha sido “contar una historia de amor en mayúsculas con otra en minúsculas. Es igual de maravilloso”, apostilla con rotundidad. “El mundo es ying y yang, para que haya amor absoluto tiene que haber tragedia absoluta”, precisa.
"Parece que no hemos aprendido mucho del pasado"
También ha querido destacar la influencia de la cultura mogol en la India. “Tanto en el siglo XVII como en los siglos anteriores y en los posteriores hubo una convivencia entre civilizaciones y religiones digna de admirar. Es un elemento que tiene mucho que ver con el presente. Parece que no hemos aprendido mucho. La novela es mi juicio a la historia”, determina.
“Es una novela de corte internacional con amores muy sublimes donde siguen la máxima de –el tiempo no es duración sino intensidad en el instante-“, expone Andrés Pascual durante nuestra charla.
“Mostrar nuestros días respecto a nuestras acciones tiene un componente de espiritualidad y yo me encuentro cómodo en estas historias”, comenta. Y eso es lo que refleja su novela. Personajes profundos que viven su trabajo con espiritualidad, sabiendo que el más mínimo de los trabajos tienen su importancia en un engranaje mayor en el universo.
Para finalizar, Andrés Pascual se muestra agradecido por haber ganado el premio de Novela Histórica Alfonso X el Sabio. “Precisamente fue el rey de la convivencia, algo que también hicieron en India los mogoles. El reconocimiento de los miembros del jurado por la novela me llenó de satisfacción”, concluye el escritor logroñés.
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