1, 2, 3, ¡respira! es un libro imprescindible, con soluciones reales que os ayudarán, a ti y a tus hijos, a gestionar de forma consciente los retos diarios. Gracias a los divertidos juegos, actividades y ejercicios que contiene, podrás guardar la compostura, utilizar el mindfulness con tus hijos y proporcionarles las habilidades que necesitan para gestionar mejor el estrés, las emociones difíciles y los problemas de atención. Las crisis son inevitables, pero con este libro sabrás qué hacer para restaurar la paz.
«¿Qué es el mindfulness? Existen muchas definiciones formales, algunas más espirituales, otras más terrenales y otras científicas, pero todas comparten ciertos aspectos: intención, atención, aceptación y amabilidadcordialidad. Aunque se trata de palabras de gran envergadura para muchos niños, los conceptos que las respaldan son relativamente simples: elegir, darse cuenta, sentirse bien con lo que de verdad está sucediendo, sea lo que sea, y ser amable con uno mismo y los demás.»
«Quizás el mayor error en este sentido es considerar que la práctica del mindfulness tiene como objetivo ser feliz o estar sereno. Aunque la felicidad y la reducción del estrés son efectos secundarios comunes y muy agradables del hecho de estar en el momento presente sin desear que cambie, no son lo mismo que el mindfulness. Básicamente, este consiste en ser conscientes y aceptar lo que está ocurriendo en este momento, lo que a veces puede implicar experimentar emociones difíciles o dolorosas hasta que desaparezcan. Y lo hacen. Se trata de una práctica sumamente pragmática que nos enseña a vernos a nosotros mismos y a los demás con claridad para así poder tomar la decisión más adecuada posible en cualquier situación.»
«Incluso antes de que mi hija pequeña cumpliera dos años, me di cuenta de que perdía el control con mis hijas más a menudo de lo que me parecía aceptable. Empecé a investigar cómo podía dejar de gritarles y todo lo que leía sugería que practicara la meditación mindfulness. Al final, me sobrepuse y me apunté a un curso sobre reducción del estrés. Ahí aprendí esta técnica, así como meditación y yoga. Para mi sorpresa, pronto ya no gritaba tanto a mis hijas y me di cuenta de que mi práctica también influía en ellas. Cuanto más calmada estaba yo, más calmadas estaban ellas.»
«Hay dos formas básicas de practicar el mindfulness, la formal y la informal. El mindfulness formal es similar a la meditación, que significa dedicar cierto tiempo todos los días a prestar atención a una única cosa. El mindfulness informal consiste en dirigir la atención plena a lo que se esté haciendo en cualquier momento del día, ya sea ducharse, estar en una reunión de trabajo, abrazar a vuestro hijo para consolarlo, presenciar un partido de fútbol o baloncesto del niño o disfrutar de una merecida cena con la pareja o los amigos.»
Carla Naumburg es trabajadora social clínica, escritora y, lo que es más importante, madre. Autora de Parenting in the Present Moment, gestiona asimismo el blog Mindful Parenting en psychcentral.com y es editora colaboradora en kveller.com. Sus escritos han sido publicados en The New York Times, The Washington Post y The Huffington Post, entre otros medios.
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