Alejandro M. Gallo es uno de los cuatro ganadores, con “La muerte abrió la leyenda”, del certamen literario Letras del Mediterráneo, convocado por la Diputación de Castellón para novelas ambientadas en la provincia. Ambientar una novela negra en tiempos del tardofranquismo tiene su dificultad y su morbo y Gallo lo ha sabido hacer con precisión y dinamismo con la ayuda de algunos amigos que le han puesto al día de cómo era la ciudad y la provincia en aquellos tiempos.
La muerte abrió la leyenda esclarece la misteriosa muerte de Amado Granell, uno de los oficiales republicanos que comandó la liberación de París de la ocupación nazi, ocurrida en extrañas circunstancias en un accidente de tráfico ocurrido en 1972 en Sueca, a unos pocos kilómetros al sur de la capital valenciana. Ya habíamos leído varios libros sobre la Nueve, la división española que bajo el mando del general Philippe Leclerc, aristócrata militar que se encargó, también, de conquistar el Nido de las Águilas en Berchtesgaden, que fue la primera unidad que entró en Paris el día de su liberación. Este acto heroico fue ocultado durante muchos años por los propios militares franceses que no les sentó nada bien que unos republicanos españoles llegasen los primeros a Paris y, por supuesto, la España franquista ignoró y tapó dichos actos.
Uno de esos personajes históricos que entró en Paris dicho día fue Amado Granell que después de muchas vicisitudes murió en un presunto accidente de tráfico en la provincia de Valencia. Con este hecho histórico, Alejandro M. Gallo monta una trepidante novela negra con muchos puntos de originalidad. El primero es que la novela la cuenta en primera persona en un programa de radio que se realiza en Vallecas. Gorgonio Llaneza, que así se llama el comisario protagonista de la novela, va a un programa radiofónico y en vez de ser entrevistado, cuenta el primer caso que tuvo que resolver en su primer día de trabajo en la comisaria de Castellón de la Plana.
El segundo punto original, además de la forma de contarlo, es cómo lo cuenta. Alejandro M. Gallo es comisario-jefe de la Policía Local de Gijón, anteriormente ha estado destinado en otros ayuntamientos y ha sido militar, por lo tanto, conoce perfectamente la metodología de nuestra policía, no es el único, Esteban Navarro también es tan riguroso como Gallo en estas cuestiones.
Y el tercer punto es el conocimiento que tiene el autor leonés de nuestra guerra civil y el exilio de los soldados republicanos. Ya desde “Morir bajo dos banderas” seguimos al escritor y creemos que es uno de los más sólidos escritores del momento. Su nueva novela, aunque breve, tiene un ritmo sugestivo donde la trama nos la va mostrando con la precisión de un profesional. El protagonista, Gorgonio Llaneza es otro hallazgo prodigioso. Alejandro M. Gallo comienza con él una serie de historias que seguro nos hará pasar ratos muy entretenidos y aleccionadores.
El sentido del humor que despliega el autor en su novela es muy del norte de España, su retranca y humor hacen que cuestiones espinosas sobre la política del tardofranquismo, que tiene que ver mucho con la actualidad, sean tratados de manera muy sugestiva. Estamos pues ante una de esas novelas digna de ser leídas con atención y que entretienen formando, como suelen decir los buenos pedagógos. Seguiremos atentos a las nuevas aventuras del protagonista Gorgonio y ya estamos deseando leer más de sus aventuras.
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