"El trabajo de las camareras de hotel es muy íntimo e invisible. Cuando regresamos a nuestra habitación, lo tienen todo limpio y preparado. En cierta ocasión, llegué al hotel y vi como una de estas camareras me estaba doblando la ropa. Yo que soy muy desordenada, sobre todo cuando me voy a correr, lo que hago todas las mañanas, me quedé sorprendida y pensé que se merecían una novela. Además, el trabajo de escritora es muy parecido; es solitario, íntimo e invisible hasta que se publica el libro”, me cuenta la autora superventas en un restaurante madrileño cerca de la plaza de Santa Ana. Nita Prose entiende perfectamente el castellano, pero responde a las preguntas en inglés. Vivió durante un cierto tiempo en México. Ahora vive en la ciudad de Toronto, donde ha trabajado veinte años como directora editorial de Harper Collins. “Yo nunca pensé en convertirme en escritora, me gustaba mi trabajo de editora, pero una de las veces que fui a la Feria del Libro de Londres me encontré con esa camarera y desde entonces tuve un ruido en la cabeza que no me dejaba, oía una voz correcta y educada. Ese runrún era la voz de Molly que me decía que tenía que escribir sobre ella. Y así lo hice, como no tenía a mano una libreta, me puse a garabatear en una servilleta y escribí el prólogo de La camarera, el inicio de todo”, cuenta con una sonrisa en los labios. Y así comenzó su nueva vida. La escritora canadiense reconoce “que mi trabajo fue un aprendizaje intensivo sobre literatura. Siempre estaba mirando cómo hacer para que fluyese una historia. Yo como persona soy muy seca, pero para escribir tienes que disfrutar con lo que haces. Como escritora no podía repetir algo que ya estaba hecho. Quería aportar algo distinto, por eso ideé una mezcla de géneros diferentes: por una parte, tienes un misterio con varias piezas de un puzle y por otro una literatura que te dé buen rollo”. Vaya lo que se viene llamando ahora un “cozy crime”. Su protagonista destila positivismo por todos sus poros. Al fin y al cabo, lo que quería Nita era dar un giro a la novela detectivesca. “Quise crear a la peor detective del mundo mundial. Puse muchas pistas en la historia y ella ni las veía, ni las olía; pero otras, sólo se daba cuenta ella. Eso es un elemento que le hace diferente. El cableado de su cerebro es distinto al de los seres normales y eso lo va captando el lector poco a poco. Queda mucho por inventar en los diferentes géneros”, apunta con ojos inteligentes.
“El misterio es un motor narrativo que nos sumerge en la trama”En “El huésped misterioso”, Nita Prose utiliza dos voces. La de Molly en primera persona que es la narradora de la historia y, ocasionalmente, la voz de su abuela. La clave de mis novelas es que el lector se siente transportado a esas personas. Ven el mundo desde sus ojos. Lo que más me motiva son las voces que nos transportan y, por supuesto, el misterio que es un motor narrativo que nos sumerge en la trama. La elección del narrador es fundamental porque nos facilita que el lector penetre más fácilmente en esa trama”, elucubra. La autora es de las que cree que un escritor no debe sufrir escribiendo. “Sí te tienes que plantear retos, dificultades, construir soluciones imaginativas a las tramas, pero de ahí a padecer escribiendo hay un mundo. La recompensa final es haber sacado adelante una historia”, afirma.
Para la escritora, el éxito de una buena novela es que el autor se ponga en la piel de las otras personas y si no tienen nada que ver con uno, mejor. “Un género siempre tiene una serie de límites, si quieres acercarte a otro tipo de lectores tienes que hacer cosas diferentes. Estamos abrumados por las malas noticias que nos llegan por los medios de comunicación. La violencia es lo primero que nos salpica. Yo lo que quiero es que el lector no se agobie. Que disfrute con la escritura, que desconecte de la realidad”. Sus novelas se cuentan por éxito seguro. “El problema de escribir un bestseller es que los lectores quieren más. Me piden más historias de Molly y les voy a dar un par de ellas. El siguiente libro se titulará El secreto de la camarera, pero antes habrá algo muy especial para Navidad, una novela corta titulada El misterio del muérdago. Con estas dos obras concluirá mi idilio con Molly Gray. Seguiré escribiendo, pero ya serán otras cosas”, nos anticipa la autora. Para finalizar, nos reconoce que “aún estoy aprendiendo a escribir. A veces sufro por la frustración de no sacar adelante una historia, pero esos momentos son, a la postre, muy productivos”. Y, desde luego que lo son. Son novelas son más que entretenidas, originales y novedosas. Además, como dice ella, “Hay algo de mí en Molly. Mi objetivo es que el lector se ría de las situaciones por las que atraviesa Molly, no de ella”, sentencia. Y lo ha conseguido plenamente. Puedes comprar el libro en:
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