Alicia vive en Sa Rodona, una finca vitícola en la isla de Mallorca. La heredó de su marido, Alfredo, un buen hombre con el corazón y el sentido del humor tan grandes como escaso era su atractivo físico. Muerto unos años antes en un simulacro de desalojo de un zoo en una situación francamente absurda, disparado por un guardia mientras huía con un traje de gorila, deja a su mujer sin hijos y viuda a los 39 años.
La sencilla Alicia, de pelo rizado indomable, delgada y natural, trabaja en el campo todo el día con el apoyo de su personal en el viñedo para conseguir al menos que la empresa no quiebre. Cuenta con Tomás, su hombre de confianza y padre de Cati, una bella chica malcriada de diecisiete años a la que quiere mucho, y con Enrique, un colombiano que acaba de reunirse con Alex, su hijo, recién excarcelado tras año y medio preso en su tierra por delitos de bandas siendo inocente. Y en el lado opuesto, el viejo Gelabert, cacique y vecino, que la acosa para que venda sus tierras.
Harta de tanto luto y tanta soledad, decide buscar pareja en una página de contactos de Internet. Al frente de la agencia se encuentra Nina, una rusa atractiva siempre embutida en ropa estrecha que no tiene pelos en la lengua. Tras algún desencuentro, aparece el “hombre perfecto”, se trata del enólogo Marco Bossi, de Córcega.
Alicia no ha contemplado la posibilidad de verse con nadie que viva lejos, mucho menos con un corso, pero cuando ve la foto de Marco y su expediente no da crédito. Es un hombre espectacular, algo más joven que ella, enólogo, soltero, y que no tendría inconveniente en mudarse si fuera necesario. Pone como condición escribirse cartas, y no usar email ni otras formas de comunicación 2.0, algo que a Alicia le extraña. Cuando comienzan a escribirse, Marco parece frío, pero todo cambia cuando empiezan a hablar por teléfono.
Cuando Alicia comienza a ilusionarse, alguien prende fuego intencionadamente a su viñedo. A pesar de que puede apagarse relativamente pronto, los daños son cuantiosos y asume que la cosecha no llegará al tercio de lo habitual y tendrá que invertir un dinero que no tiene. Al hablarlo con Marco, él decide viajar cuatro días a Mallorca. El flechazo es total.
Después de unos días maravillosos, Marco, tiene que volver a su ciudad y al marchar se olvida unas botellas de vino que Alicia le había preparado. Ella decide llevárselas al aeropuerto. Allí descubre que no hay vuelos a Córcega y también ve a Marco hablando de forma afectuosa con un hombre. Cuando llega a casa decide llamar a Nina e interrogarla, y al final ella confiesa que Marco nunca buscó pareja en una página de contactos sino que es íntimo amigo de un exnovio suyo: Bastien, el hombre del aeropuerto. Nina intenta justificar el engaño alegando que desde el principio creyó que Marco era perfecto para ella.
Pero la palabra "perfecto" comienza a perder su significado a medida que aumentan las desconfianzas, que se acentúan cuando Alicia descubre que Marco ha pagado toda su deuda en la tienda local donde ha adquirido el material para renovar la parte quemada del viñedo. En vez del material obsoleto y barato que ella había encargado, Alicia recibe un sofisticado material de última generación, cuyo coste nunca podría permitirse. Ofendida, lo llama, y él le expone abiertamente que quiere invertir en el negocio, y que solo lo hará si lo acepta como marido.
Pese a las desconfianzas y a lo extraño de la situación, Alicia lo acepta, ilusionada por tener cerca a un hombre que domina su negocio y que además es muy atractivo. Su reloj biológico también influye en la decisión, aunque, para entonces, ella ya está enamorada y siente que debe lanzarse al vacío y apostar por la relación. Poco después, Alicia se queda embarazada, algo que causa gran alegría a ambos. Marco la cuida y la mima mucho, porque hay ciertos problemas que la obligan a guardar reposo.
Pero todo se complicará cuando aparece en la finca una hermosa mujer, que solo habla francés, y que insiste en hablar con Adrien Antonelli. Cuando Marco llega a casa y Alicia le pregunta si la conoce, Marco se muestra conmocionado, pero lo único que obtiene de él es la promesa de hablar de ello cuando su estado mejore.
Si Alicia quiere conocer todo sobre su marido, tiene que viajar a Córcega, donde descubrirá el inquietante pasado de su amado Marco.
Mayte Uceda (Asturias, 1967) publicó en 2013 su primera novela, Los Ángeles de La Torre, un romance con tintes paranormales que tuvo una excelente acogida entre los lectores.
Su segunda novela, Un amor para Rebeca, que vio la luz en 2014, se mantuvo durante más de sesenta días consecutivos entre los diez e‐books más vendidos de Amazon y ha sido traducida al inglés y al alemán por AmazonCrossing. Después de vivir durante seis años en Madrid, regresa a su Asturias natal, donde vive actualmente con su marido y su hijo en un privilegiado enclave de la costa asturiana.
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