Para tratar de comprender si es posible o no que haya vida en otros planetas y universos, el autor retrocede hasta el mismo Big Bang y hace un repaso por teorías como el evolucionismo y el darwinismo, el origen del hombre y su evolución, para concluir que no es sólo probable, sino inevitable que haya vida inteligente en el universo, incluso con un nivel técnico más alto que el nuestro.
“Supongo que aún queda mucha gente convencida de que somos los únicos seres inteligentes del Universo. Tienen todo el derecho a pensar lo que les venga en gana, pero en ningún caso será un convencimiento razonado. La reflexión obliga a admitir que la vida en otros lugares no es algo probable, sino inevitable”, razona el autor.
La mayoría de los investigadores estudian a los ovnis y a sus tripulantes al margen de los acontecimientos humanos y consideran que sus visitas no tienen otro objeto que el estudio de la flora y fauna terrestres. Fernando Jiménez del Oso, tras una serie de reflexiones, sugiere que el fenómeno está vinculado con el hombre y que éste es el protagonista indirecto. Ésta es la principal hipótesis que el autor desarrolla en El síndrome ovni.
Desde esa perspectiva, los ovnis no sólo obligan a modificar nuestros conceptos sobre la física, sino que conducen, además, a un enfoque diferente de los grandes acontecimientos histórico-religiosos acaecidos en este planeta.
A través de los «contactados» estamos asistiendo a un renacimiento del misticismo en el que los antiguos dioses son sustituidos por los «hermanos cósmicos». No es un fenómeno nuevo: un análisis del comportamiento y métodos utilizados por los dioses clásicos, incluido el propio Yavhé, obliga a plantear su posible origen extraterrestre o extradimensional, con lo que los ovnis dejarían de ser una cuestión actual para pasar a ocupar el puesto de alter ego en la conducta humana, desde los tiempos más remotos.
Fernando Jiménez del Oso nació en Madrid en 1942. Se licenció en Medicina y Cirugía por la Universidad Complutense de Madrid y posteriormente se especializó en psiquiatría. Durante tres décadas ejerció dicha disciplina y se le reconoció como a uno de los mejores psiquiatras de todo el país.
Sin embargo, Jiménez del Oso fue (y continúa siendo) una de las figuras más carismáticas y conocidas por su faceta de investigador y divulgador en el mundo del misterio. Manifestó siempre un gran interés por los fenómenos paranormales, el espiritismo, las ciencias ocultas, la astrología y, muy especialmente, por el fenómeno de los ovnis, temática recurrente en sus libros. También se centró mucho en el estudio de las civilizaciones antiguas de América Latina y Egipto.
Fue el precursor del fenómeno paranormal en televisión, con programas míticos que sentaron escuela. Dirigió y presentó espacios como Más allá, La puerta del Misterio, o Punto de encuentro. Igualmente dirigió y presentó las series La España mágica, El imperio del sol, En busca del misterio, El enigma de la gran pirámide, La otra realidad y Viaje a lo desconocido. En definitiva, más de ochocientos documentales en los que el rigor y el éxito han sido patrones comunes.
Su mirada profunda nos observaba desde el televisor generando siempre interrogantes en la mente del espectador. Su programa Más Allá fue un formato novedoso por introducir la temática del misterio en la televisión. Su presencia en pantalla era magnética: sentado delante de una estantería atestada de libros, cigarrillo en mano y mirando directamente a cámara conseguía atrapar al espectador con su relato. Y es que Jiménez del Oso era además un gran comunicador que sabía contar historias.
En su faceta de escritor destacan libros como Viracocha, El síndrome Ovni, En busca del misterio, o El fin del mundo. También escribió centenares de artículos sobre estos temas en diferentes medios de comunicación y fue el fundador y director de las primeras revistas dedicadas a esta temática: Más Allá de la ciencia, Espacio y tiempo y Enigmas del hombre y del Universo.
Fernando Jiménez del Oso marcó un antes y un después dentro del mundo de la parapsicología en la televisión y el periodismo. Son muchos los que reconocen su influencia, como el periodista y presentador Iker Jiménez o el escritor Javier Sierra.
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