En el invierno de 1965, Manu Leguineche tenía 23 años cuando, tras una noche de porrones y tortilla en la Cava Baja de Madrid, consiguió enrolarse en una expedición para dar la vuelta al mundo. Ahí empezó una aventura que le llevó a vender píldoras vietnamitas en los mercados de Tailandia, ser testigo de la caída de la monarquía en Libia, merodear con la disentería en el desierto norteafricano, jugar al fútbol con el príncipe Norodom Sihanouk de Camboya y relatar los conflictos de Laos y Vietnam, además de la guerra de los Seis Días en Oriente Próximo. Ahí empezó el mito de Leguineche.
De aquella experiencia surgió El camino más corto, considerado el libro iniciático de la carrera de su autor y un hito del periodismo español de la segunda mitad del siglo XX. Posteriormente, vendrían libros como El precio de paraíso, El club de los faltos de cariño, Yo pondré la guerra y Hotel Nirvana. Todos van a ser reeditados por Ediciones B en los próximos dos años para deleite de los buenos aficionados al relato periodístico aventurero.
Para la presentación del libro, citó la editorial a un puñado de amigos y periodistas en Casa Mundi, restaurante al que Manu Leguineche solía acudir a comer su tortilla poco cuajada, la mejor especialidad de su propietario. Los encargados de hablar sobre el libro fueron Ramón Lobo, Mariano López y Pedro Aguilar que charlaron sobre la idiosincrasia del periodista que le gustaba cantar en la intimidad en euskera y también Granada de Agustín Lara.
El periodista Ramón Lobo del periódico El País habló emocionado, pero con una sonrisa en los labios, de sus recuerdo con Manu Leguineche. “Yo soy la prueba de que todas las guerras se pierden solía decir a sus amigos en sus últimos años”, recordó. Pero Manu estuvo en muchas guerras y de todas salió indemne para contarlo con ese interés humano que ponía en todas sus crónicas. “Al final de sus días repetía que el periodismo ha muerto”, apuntó. Es verdad que el periodismo tal y como se concibe ha muerto, sin embargo por los textos de Manu siguen estando aún muy vivos, como podemos leer en “El camino más corto”. También quiso tener un vivido recuerdo a otro de los grandes reporteros que ha dado nuestro periodismo, Fernando Múgica que moría justamente el día de la presentación del libro.
Mariano López, periodista especializado en viajes, habló sobre el carácter de Manu Leguineche. “Siempre mostraba una gran curiosidad, tanto periodística, como viajera. Decía que lo importante era moverse con buen humor y ser humilde”, evocó. Manu recorría el mundo sin insolencia, con sentido del humor, su libro destila mucho humor y para él, “el objetivo de Manu es que quien lea el libro comience un viaje interior que le transforme”.
"A Leguineche se le quedaba corta la crónica, por eso escribió tantos libros en los que se entremezclan periodismo y literatura", señaló el gran especialista en la Alcarria Pedro Aguilar y amigo de Manu, quién tiene grabado en su recuerdo una frase que en muchas ocasiones profería el gran periodista: “Viajar es una peregrinación a la humildad”
Puedes comprar el libro en: