La tecnología digital y la novela se dan la mano en “El crucigrama de Jacob”

El acto fue presentado por la editora de Planeta, Raquel Gisbert, quien dijo que la novela llegó a la editorial hace apenas un año y que no se encontraba acabada. “El crucigrama de Jacob es ante todo una novela de aventuras cuyo objetivo es encontrar la piedra de Jacob partiendo de Oviedo y siguiendo el camino primitivo de Santiago, aunque no se dice en la novela el nombre de la ciudad. Como Ana es asturiana, no podía ser de otra manera. La novela te pone sobre la pista de una historia que no puedes dejar de leer hasta el final”, dijo en la rueda de prensa de la presentación del libro.

“No es un libro de juegos y pruebas. Es un proyecto de 360º y 2.0 que el lector podrá seguir en las redes sociales”, nos adelantó la editora. Para este proyecto A. L. Martin ha contado con la estrecha colaboración de Jesús Mejías y Joaquín Duro, que han sabido dar un giro tecnológico a una fantástica narración sobre nuestros orígenes y sobre el mayor error que Fernando el Católico cometió en su vida: expulsar a los judíos de España.

En opinión de la autora asturiana, ingeniera de profesión pero escritora de vocación, que tiene que pararse en ocasiones para poner a trabajar a su debido tiempo cada hemisferio de su cerebro, el libro es una sucesión de aventuras y peripecias que traspasan el papel. “Quiero que llegue a todos los públicos, no sólo a la gente joven más acostumbrada a las redes sociales y a la tecnología”, afirmó con convicción la autora.

Reconoció que la creación del libro ha sido un poco compleja con mucha documentación y con un factor de suerte o casualidad. “La historia surgió cuando, estando sentada en las escaleras de Santa Sofía en Estambul, se sentó una persona a mi lado y me contó su historia”, recuerda. Esta persona, sefardita para más señas, le puso en la pista de la novela. “Ahora, está alucinado por lo que he hecho con su historia”, cuenta Ana López Martín.

“Las características del proyecto son: la innovación, el emprendimiento y, por supuesto, la ilusión. Siempre confíe en presentar algo interesante para los lectores”, expone en la rueda de prensa. También reconoce que la suerte ha estado presente en el proyecto ya que hace escasos meses el gobierno concedió los pasaportes a los sefarditas, lo cual le ha venido bien, ya que el tema está de actualidad.

“Hay acción trepidante en la novela y mucha intriga”, así califica su novela. Además, la ha situado en una geografía un poco inusual. “Todo el mundo conoce las juderías. Al situarlo en Asturias, era un terreno un poco más enigmático y estaba lleno de incógnitas”, adelanta, aunque no quiere decir mucho para que haya misterio. Sólo nos anticipa una de las premisas del libro. “El principal consejero del rey era judío, Isaac Ben Yehudá, y yo creo que algo sabría de lo que iba hacer, solo que no quedó reflejado”, explica. Todos los misterios de la novela se resuelven de una manera cabalística. Así llegaremos a saber qué ocurrió con las fortunas que los judíos dejaron en España y dónde quedaron sus reliquias.

Esta historia dio lugar a un proyecto digital y de realidad aumentada. ¿Qué es esto de la realidad aumentada? Pues, con un ipad, cuando se enfoque a la contraportada del libro, aparecerá el book tráiler de la novela. Lo que forma parte de su objetivo de formar, informar y desafiar a los lectores con una serie de juegos que habrán de resolver demostrando el talento del lector.

Joaquín Duro es el responsable de esta realidad aumentada que no sólo se podrá encontrar en la contraportada sino que también hay ejemplos en la portada y en la página 33 del libro que desvelan la yinkana que se hará en la Feria del Libro de Madrid. Jesús Mejías ha sido el encargado de crear la página web sobre el libro. “En la web somos muy estrictos con la historia, en la novela ya es otra cosa porque es ficción”, dice, de ahí que se hayan tomado algunas licencias con las imágenes utilizadas. “Todo en mi novela es simbólico”, afirma Ana.

La autora repite una y otra vez que “todo lo que enseñamos en la web y en todo lo digital es con el fin de que se motive a las personas a leer la novela” y añade “primero fue la novela y luego apareció todo lo demás”. Para escribir la novela ha dedicado más de cinco años de su vida. “Comencé a escribirla y cuando llevaba 100 páginas se las dejé a un profesional que me dijo que las rompiese. Tuve que empezar de nuevo”, reconoce.

“Las novela la he escrito desde la perspectiva de dos personas que ven un mismo hecho y reaccionan de manera diferente, lo que hace que se desarrollen dos tramas distintas”, relata con minuciosidad. “Trato a todos los personajes con mucho cariño. Para mí la crueldad viene de la ignorancia y la venganza es una debilidad. Por eso quiero aportar mi granito de arena para conformar un mundo mejor”, concluye.

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