En el céntrico restaurante Saporem de Madrid, situado en la calle Fuencarral 74, ha tenido lugar, en rueda de prensa, la presentación de la novela “Amar tanta belleza”, de Herminia Luque, ganadora del Premio Málaga 2015, con las intervenciones de la propia autora y el editor de Fundación José Manuel Lara, Ignacio Garmendia .
“Amar tanta belleza”: Pasión, crímenes e intrigas en la España del siglo XVII, es una novela protagonizada por las escritoras María de Zayas y Ana Caro Mallén, dos figuras reales del Siglo de Oro, y ha supuesto en palabras de su autora, Herminia Luque: “el espaldarazo que necesitaba mi labor creativa. Un premio de esta categoría, con el apoyo de la Fundación José Manuel Lara y la iniciativa del Instituto Municipal del Libro de Málaga, aporta una enorme visibilidad a una obra en un panorama literario caracterizado, paradójicamente, por la sobreabundancia y la escasez. Sufrimos la hiperoferta descentralizada y multiforme que aportan los nuevos formatos electrónicos (las nuevas formas de edición y distribución, los mutantes modos de leer también), y la precariedad de los itinerarios para la creación con un cierto nivel de exigencia. No hay oficio más anómalo que el del escritor, el cual muchas veces ha de optar entre escribir lo que supuestamente demandan los lectores, o escribir lo que le da la real gana, que es más o menos lo que he hecho yo”.
Título de la obra
Sobre el título de la novela Herminia Luque aclara que lo eligió de unos versos de María de Zayas incluidos en su segunda colección de novelas, ‘Desengaños amorosos’, que dicen así:
Así gasta, llorando,
su bien perdido tiempo
que amar tanta belleza
gloria es, que no tormento
Toda una teoría del amor –un amor platonizante, cortés, mediatizado por un conjunto de códigos literarios- que se infiltra en su poesía. Poesía paradójicamente mucho más optimista con respecto al amor que el conjunto de sus narraciones propiamente dichas. En éstas, las mujeres son perdedoras natas: siempre pierden en el juego del amor, juego de poder al fin y al cabo. Y las digresiones de doña María no dejan ningún género de duda acerca de su pesimismo sobre las condiciones de vida de las féminas de su tiempo. La práctica desaparición de su memoria por poco no acaba dándole la razón del todo.
El papel de las escritoras
A Herminia Luque le interesa especialmente el papel de la mujer, de las escritoras, en la historia de la literatura y afirma: “Con veinte años leí el estudio de Octavio Paz sobre Sor Juana Inés de la Cruz, y desde entonces no he dejado de interesarme por toda una genealogía de escritoras, una herencia viva que tenemos por fuerza que conocer. No puede repetirse la historia de escritoras españolas del siglo XVIII que, cuando acceden a la autoría, ignoran la existencia de figuras como María de Zayas y han de remontarse a la Antigüedad clásica (Safo, Corina) para afirmar la existencia de mujeres que fueron importantes en el mundo de las letras”.
Ha habido discriminación de género a la hora de valorar y criticar la producción de mujeres, como es el caso de las dos protagonistas de la novela y no hay más que acudir a las biografías de otras autoras no tan lejanas como Emilia Pardo Bazán (muere en 1921, no hace ni un siglo), que fue vapuleada por ser mujer, literata era el término, cargado de connotaciones negativas con el que se descalificaba a las escritoras. Un eminente crítico como Leopoldo Alas Clarín descalificaba una de sus novelas tachándola de “antipático poema de una jamona atrasada de caricias”. (“La Regenta” ¿no era la historia de una señora insatisfecha sexualmente?).
La obra
La novela da comienzo con un macabro hallazgo: tras el muro de una casa, ha aparecido el cadáver momificado de una mujer. Y en los ropajes de la emparedada pueden leerse bordadas en hilo carmesí estas misteriosas palabras: “Mi hermano me puso aquí “.
Dos figuras reales del Siglo de Oro, las escritoras María de Zayas y Ana Caro de Mallén, más conocidas por sus obras que por su borroso itinerario vital, protagonizan esta novela absorbente y perturbadora. De ellas se sabe que convivieron en el Madrid de 1637, cuando doña Ana llegó a la capital del reino para dar impulso a su carrera literaria. A partir de los documentos encontrados por una profesora universitaria entre ellos dos testimonios autobiográficos: una carta de Ana Caro y otra de María de Zayas se narran las apasionantes peripecias de las dos autoras, a la vez que la obra se sumerge en el contradictorio mundo de la cultura del Barroco en donde sorprende que una sociedad inmersa en un deterioro económico gravísimo, con unos índices de analfabetismo que pone los pelos de punta –todavía a mediados del siglo XVIII sólo sabía leer un 30% de la población masculina y un ¡4%! de la femenina- , hubiese una explosión de creatividad literaria y artística semejante. Escritores de la talla de Góngora, Cervantes, Lope; artistas como Velázquez, Zurbarán, Alonso Cano, figuras todas de importancia universal.
La autora
Herminia Luque es escritora y ensayista. Licenciada en Geografía e Historia por la Universidad de Granada, reside en Rincón de la Victoria (Málaga) donde ejerce como profesora de Secundaria. Ha publicado las novelas Bitácora de Poseidón (2010), El códice purpúreo (2011) y Al sur de la nada (2013).
Sus relatos están incluidos en antologías como Narradores almerienses (1991), Relato español actual (2002) o Espacios (2003). En 2014 recibió la mención especial Emma Tirado del XV Premio de Ensayo Carmen de Burgos por su obra “Siempre guapa. El imperativo estético en la sociedad contemporánea” (de próxima aparición). Su novela “Amar tanta belleza” ha sido galardonada con el Premio Málaga de Novela 2015.
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