La Esfera de los Libros acaba de publicar "Las mejores anécdotas del Rock&Roll", libro escrito por El Pirata en colaboración con Javier Broco por iniciativa de la editorial que, ante tantas historias y anécdotas graciosas contadas en su programa musical en Rock FM, les encargó plasmar por escrito todas esas batallitas sobre la mejor música.
El Pirata aclara que se plantearon la obra de forma amena, huyendo de que resultara un ladrillo o una enciclopedia: evitaron un profundizar sesudo sobre las raíces, los personajes, los psicoanalistas y los brujos del rock porque lo que querían era descubrir a los lectores el infinito mundo de diversión y cultura que subyace tras ese estilo musical. El objetivo primordial de
Las mejores anécdotas del Rock&Roll es entretener, divulgar queda relegado a un segundo plano. Si hubiera que ponerle un subtítulo aclaratorio al libro sería “rock y diversión”.
El Pirata no lo duda, tiene claro que el rock es una de las mayores aventuras culturales de la humanidad.
En la presentación de esas mejores anécdotas de
El Pirata y
Javier Broco se permitieron darnos un consejo que enriquecería mucho la lectura del libro: complementar cada capítulo con escuchar simultáneamente la música a la que se refiere la anécdota en cuestión.
El libro está repleto de historias poco conocidas, sus autores querían descubrirnos cosas nuevas, no les atraía demasiado contar lo que ya fuera de dominio público. El rock genera más anécdotas que otros estilos musicales porque al ser menos soso, sus intérpretes son mucho más dados a los excesos. Evidentemente hay una relación directa con tomar sustancias, algo en lo que todos los rockeros han caído salvo uno, Frank Zappa.
Si para
El Pirata la definición de rock es su forma de vivir desde que tenía catorce años, para Javier Broco el rock es la mejor música, aquella en la que se inició, luego pasó al pop, después al dance y por último regresó al rock.
Seleccionar una anécdota como la mejor del libro es imposible, pero sí se puede contar alguna que tenga algo especial: por ejemplo, Broco cuenta que el grupo AC/DC llenaba los garitos de sus conciertos al principio porque su nombre en slam significa bisexual.
El Pirata recuerda al rockero que es policía en excedencia y una de las grandes rock star de nuestro país: le parece muy rompedor que tras iniciarse en ese mundo del rock, sea un madero al que todos paguemos desde hace tantos años.
El Pirata se muestra categórico sobre lo incluido en este libro: “Hemos contado lo que había que contar”. Aclaran que no incluyen ninguna anécdota personal vivida por ellos: Es más, E
l Pirata no contará algunas jamás por ética debido a que son privadas, es decir, vivencias de persona a persona y no de periodista a estrella de rock.
En general, los rockeros tienen mala prensa con la excepción de Bob Dylan, pero es algo más sensacionalista que real, porque muchos de ellos no son tan caprichosos como la fama que se les ha creado, salvo Keith Richards, el único al que estar en contacto con la prensa no suaviza su carácter.
Siguiendo con las generalidades, los grupos femeninos son escasamente famosos, y los músicos españoles son rockeros más tranquilos y de los que se tiene mucha menos información. El problema en España reside en que la gente del rock jamás ha estado unida, lo que ha provocado que niñatos con una guitarra se hicieran famosos al meterse en instituciones o medios, independientemente de su calidad real y frente a los rockeros de auténtica valía.
Al preguntarles por conciertos míticos
El Pirata recuerda que el más espectacular fue el concierto que dieron los Rollings en el Calderón, el del famoso diluvio, y también menciona el regreso de Sex Pixtols hace cuarenta años. Para Broco, Kiss es el grupo más impresionante sobre el escenario.
Sin duda el rock es mágico: muchos de sus intérpretes siguen en la brecha años y años después porque cualquier achaque de salud que tengan desaparece cuando suben al escenario, de ahí que ser rockero sea sinónimo de ser eternamente joven.
Tras tres años en audiencia, su programa musical en Rock FM continúa con el número de oyentes en aumento constante y deseamos que siga ahí como hasta ahora, fiel al espíritu que guiaba al Pirata en su origen: dignificar el rock, demostrar, tras programas underground, que es algo más que una música secundaria, de droguetas y de macarras, fama inadecuada que lo rodea injustamente y desvirtúa su gran calidad real y su importancia musical.
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