De esta forma comenzó su discurso la ganadora del 43º Premio Anagrama de Ensayo, dotado con 8.000 euros y con un jurado compuesto por: Salvador Clotas, Román Gubern, Xavier Rubert de Ventós, Fernando Savater, Vicente Verdú y Jorge Herralde.
Bajo el seudónimo de Rita Fellini, esta autora barcelonesa ha conseguido sorprender a jurado y prensa alzándose con el premio con su obra
‘¡Divinas! Modelos, poder y mentiras’. A Patrícia, con 17 años, le rondaba una idea por la cabeza: ¿ser Rita Hayworth o una intelectual? Y de la conclusión de este dilema moral es de lo que sale esta obra, ¿Por qué no ser ambas cosas?
Con un físico encandilador y una mente aún más atrayente, esta modelo, doctora en sociología del cuerpo por la Universidad de Edimburgo y licenciada en historia cultural por la Universidad de Aberdeen, ofrece a todos los lectores este elaborado trabajo en el que se muestra la realidad del peligroso mundo de la moda. Como dice la propia autora, este ensayo son “las historias de venturas y desventuras a lo largo de mi vida queriendo ser la mujer ideal”. En sus primeros años en la Universidad, cuando la reciente muerte de Franco aún planeaba por las calles españolas y las reacciones dificultaban el ritmo constante en las aulas, Patrícia decide decantarse por el oficio de modelo. Hasta un día, en el que se da cuenta de que ella no es su imagen, no se identifica con ella y decide marcharse. Se marcha a Aberdeen, se aleja de toda la presión mediática que una joven hermosa puede tener a su alrededor y se dedica al estudio antropológico de la mujer modelo. Es allí donde se da cuenta de la gran diferencia entre cómo ve la sociedad a una modelo y cómo es la modelo en realidad. Busca demostrar que, “tal y como todas las mujeres de la calle (y ahora incluso hombres) están llenos de inseguridades, las modelos no están exentas de ellas”. “Las modelos son una percha”, una mera herramienta donde colocar un vestido o cualquier objeto con el que se quiera llamar la atención del consumidor, “son marionetas del deseo del consumidor”. Y la gente no entiende eso, no sabe ver “la gran diferencia que hay entre la modelo y la imagen de ella”.
Patrícia Soley-Beltrán nos habla en este trabajo de la explotación a la que son sometidas las modelos, al duro trabajo, el deplorable estilo de vida que llevan, la precocidad de sus carreras, la soledad en la que viven siendo separadas tan jóvenes de sus familias, etc. Pero también sabe hablar de la otra cara de la moda, las grandes corporaciones como titiriteros del cauce a seguir por ella. Como la autora comenta, “hay una colonización corporativa del culto al cuerpo”. Toda esta defensa nace en un momento en el que la autora da por casualidad con un artículo de Walter Benjamin el que se pregona el capitalismo como religión. Y es que la moda también es usada como tal, no hay regulación que controle a los poderosos con ganas de control, “es un campo salvaje”.
A primeros de Mayo, todos los lectores podrán disfrutar de este interesante ensayo publicado por Anagrama.