Hoy se ha presentado “Sus ojos en mí” de Fernando Delgado, la novela ganadora del Premio Azorín 2015. En el acto han estado presentes la editora de Planeta Belén López, el representante cultura de la Diputación de Alicante, Juan Bautista Cotino y el periodista y escritor Ignacio Elguero, que hizo las veces de conductor del acto, preguntando al novelista y periodista canario sobre la obra que se ha hecho acreedora de tan preciado galardón.
José Martínez Ruiz “Azorín” es uno de los escritores más insignes de la generación del 98 y de la provincia de Alicante. La Diputación alicantina lleva ya muchos años concediendo este premio, que adoptó el nombre de Azorín, figura de referencia de la literatura española, como recordó el representante de la Diputación Juan Bautista Cotino en su breve alocución y que ha conseguido ya un gran reconocimiento por los escritores que han logrado dicho premio. Este año se han presentado al certamen 215 novelas, una de las cifras más elevadas que se han producido nunca.
En este año se cumple el quinto centenario del nacimiento de la santa abulense, El periodista y escritor canario
Fernando Delgado no lo ha tenido en cuenta en el momento de empezar a escribir "
Sus ojos en mí", pero sí para finalizarlo, ya que se ha tenido que dar un poco de prisa para poder llegar a tiempo después de haber estado durmiendo el sueño de los justos durante algunos años.
La novela se desarrolla en dos tiempos narrativos, el de la singular historia de amor entre una sexagenaria Teresa de Jesús y el joven fraile Jerónimo Gracián, y el de otra historia paralela, la de dos frailes y un profesor que se unen para escribir una novela sobre la relación que mantuvieron los dos personajes históricos. Dos mundos distintos pero ligados, a pesar de los cuatro siglos que los separan, por medio de un ingenioso juego literario.
Todo esto lo ha ido desgranando el periodista y escritor
Ignacio Elguero, que ha podido leer la obra para realizar la presentación y ha elaborado las preguntas precisas para que el escritor canario desmenuzase las motivaciones que le llevaron a escribir esta novela histórica, que de histórica tiene lo justo. “No es un género por el que haya transitado mucho y por el que me gusta transitar”, reconoció el ganador del Premio Azorín en la rueda de prensa de la presentación del libro.
“El origen de la novela estuvo en mi interés por escribir una novela sobre San Juan de la Cruz. Pronto me di cuenta de que no fue un hombre activo del que se pudiese escribir una novela y el que sí era interesante era Jerónimo de Gracián. Cuando leí a Gerald Brenan en la biografía de Teresa de Jesús y señala que en el encuentro de ambos se enamoraron, me di cuenta de que ahí había una historia”, explica el novelista canario.
Para la novela se ha basado en el epistolario de la santa. “Hay que valorarla como la gran prosista española de su época y una gran memorialista. Nadie describe su propia vida como ella y lo hace con un gran sentido del humor”, dice el autor de “
También la verdad se inventa”. Para él, la historia de amor que surge es intensísima pero en su opinión no llegó al amor carnal como apuntaron ciertas malas lenguas. “No todos los amores tienen que acabar en la carnalidad”, afirma. Es más, cree que muchos amores que se recuerdan con mayor agrado no han tenido que llegar a esos extremos.
Cree que ha sido muy respetuoso con la historia y con la verdad. “La historia se construye con las expresiones que los dos utilizaron y he sido muy respetuoso con la historia y con ella”, señala y repite “no he sido nada infiel con la historia”. Quiere que esto quede bien claro; ha mostrado un gran respeto por la santa, no puede decir lo mismo de la Iglesia Católica, de la que ha señalado que “lo que más me fastidia es la hipocresía de los católicos. Otras religiones no permiten esas hipocresías, pero los católicos, como cometen los pecados y luego todo se perdona, pues da pie a eso”.
Ha calificado a España del Siglo de Oro como “un país terrible en el sentido eclesial, con un desorden absoluto en el tema económico, sexual, a lo que Teresa de Jesús intentó poner orden, aunque ella era muy condescendiente con las tentaciones de los demás”, apunta el escritor y periodista radiofónico.
Sobre la santa todo han sido parabienes. “Ella es una mujer de una pieza y pocas féminas se pueden encontrar en la historia como ella. Le gustaba ejercer la jerarquía eclesiástica, era una buena administradora de los bienes”, describe con una pasión tranquila. La misma que tenía la santa cuando veía a fray Gerónimo Gracián. “Más que pasión amorosa, lo que sentía por él era una pulsión amorosa. Por eso va más allá de una simple pasión”, señala el presentador Ignacio Elguero.
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