El 14 de febrero es el Día de los enamorados, y es el día elegido, con ésta ya cuatro veces, en que el poeta y video artista Antonino Nieto presenta una antología de relatos y poesías dedicada a este día. Este año ha escogido como tema “la primera vez que se tuvo relaciones sexuales”. Sesenta y dos escritores han compuesto sus obras pensando en esa primera vez y la verdad, sesenta y dos primeras veces, son muchas para leer de una sentada. Es mejor disfrutar el libro en pequeñas porciones para saborear lo que tantos creadores han recordado.
Este año, la presentación no ha podido ser el 14 de febrero porque al caer en sábado, la sala de El Corte Inglés no se abre para un evento de estas características. El lugar elegido no pudo ser más a propósito. Estos grandes almacenes, o deberíamos decir, grandísimos almacenes, compraron hace ya veinte años el edificio donde se fundó Galerías Preciados y fue precisamente su fundador y dueño Pepín Fernández el que un buen día de nuestra triste posguerra se sacó de la manga este día tan especial. Una invención que perdura en todo su esplendor en un tiempo de desasosiego.
Además, este 12 de febrero, se presentaba en el cine de enfrente la película erótica que está llamada a ser la sensación de la temporada,
Cincuenta sombras de Grey. Callao estaba atestado por una multitud expectante que se llevará una gran decepción al ver una película tan vulgar y chabacana, tanto o más, que las tres novelas que componen esa patética obra que batió records de ventas hace dos años. Pueden creerme si les digo que hay más literatura en cualquier texto que compone la antología de “
La primera vez…” que en la trilogía de esa matrona británica.
El año pasado el tema de la antología o anti-antología de Antonino Nieto fueron los amores fallidos. En esta ocasión no hay amores fallidos, pero sí primeras veces fallidas, ¡no todo va a salir bien a la primera! Y también sin fallo y sin mácula. Un auténtico cajón de sastre donde todos los autores se sinceran y relatan sus experiencias sin pudor ni rubor. Un auténtico ejercicio de sinceridad.
Ramón Pernas, excelente gestor de Ámbito Cultural y no menos excelente novelista, hizo de maestro de ceremonias. Él podía haber escrito sobre su primera vez pero no lo hizo, como tampoco lo hizo el editor y poeta, Basilio Rodríguez y, la verdad, se echan en falta, al ser tan allegados de Antonino Nieto. “En la antología hay poemas, cuentos y hasta algún ensayo sobre esas primeras veces que no en todas las ocasiones encontraron el sexo”, dijo el editor de la nueva y fusionada Sial-Pigmalión.
Tomó la palabra el antólogo y coordinador
Antonino Nieto que habló o declamó sobre el libro. Antonino tiene la rara facultad de no hablar, sino de declamar. Hablar con él es escuchar a un rapsoda, tiene la entonación justa que necesita “el cuerpo incorrupto de la palabra”, escucharle a él es avivar “el fuego en la entrepierna del corazón”, es escuchar lo que dice nuestro corazón y que el ruido de lo cotidiano no nos permite atender. Es un artista tan integral que bucea en los corazones y en los escritos de los autores para encontrar la esencia de cada cual. Y el trabajo le ha debido resultar tan arduo, por la calidad de los textos, que ha optado por componer su antología por orden alfabético de autores, en vez de por temas. Y para mí ya es mala suerte, porque el texto con el que he colaborado se encuentra en un honroso penúltimo lugar. Quiero pensar que, como el mejor vino en las bodas de Canaan, -me resisto a escribir el modernismo Caná-, se quedó para el final. ¡Vana ilusión de un poco prolífico narrador ante tantos excelentes autores!
Rocío Castrillo, escritora y periodista erótica, -no quiero decir que sea una periodista erótica, sino que escribe novela erótica de éxito-, hizo un repaso a los pasajes más eróticos de la antología y José María Paz Gago contó cómo se ha decidido a pasar de la poética, que tan bien domina, a la narración. Basilio y Antonino han tenido mucho que ver en ello. A Basilio le calificó de Robin Hood de los editores y a Antonino le definió como audaz. “En él se concitan tres cualidades: la primera, tiene una gran habilidad; la segunda, tiene un tanto de insensato y la tercera es que es un poquito ingenuo al hacer esta anti-antología”. No le falta razón al profesor gallego porque mezclar poesía y prosa es arriesgado como lo es el editor, “no hay nadie parecido en el panorama editorial europeo”, concluyó.
A la cita, falló por motivos imprevistos Luis Alberto de Cuenca que también colabora en el libro. Su ausencia fue suplida por la entrega de los presentadores y de los artistas que actuaron entre tanto orador. David Morello interpretó un tierna canción acompañado a la guitarra por Sergio Burgas, Eloy Boán hizo lo propio acompañado de su guitarra y harmónica y fue Patty de Frutos la que subió el tono de la presentación con un baile sugerente, en el que estuvo acompañada por Nacho Aldeguer, al que unió la interpretación de los poemas de su colaboración, el termómetro subió hasta tal punto que el sudor corrió por las frentes de los asistentes más calenturientos.
Luis Farnox fue el encargado de terminar el acto con sus versos y con un alboreas en las que se acompañó con una suerte de castañuelas que llevaba colgadas del cuello. En esta ocasión, la presentación no duró tanto como en otras pero podría haber durado lo que hubiese querido, porque los asistentes disfrutaron de lo lindo. Algunos le pidieron a Antonino que esta colección de libros aumentase año a año hasta casi el infinito. Estoy seguro de que así lo hará porque antologías como las suyas se dan en pocos sitios y merecen una difusión hasta el infinito del éxtasis amatorio. Desde el cielo, San Valentín se lo agradecerá.
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