Los pesos pesados de la serie de televisión "Isabel" , sus majestades los Reyes Católicos, protagonizada por Michelle Jenner y Rodolfo Sancho, han sido los encargados de presentar el libro “Isabel. El fin de un sueño” del guionista y escritor aragonés Martín Maurel. La presentación se ha llevado a cabo con toda la parafernalia a la que estamos acostumbrados cuando dos astros de la televisión acuden a un evento como el de hoy.
Isabel. El fin de un sueño ya lleva unos días en los anaqueles de las librerías y todo hace esperar que será un éxito considerable, como ya lo fueron los dos primeros volúmenes de esta serie que ya llevan vendidos más de 80.000 ejemplares pese a cometer los gazapos a los que ya nos tienen acostumbrados en la serie y en los libros, sobre todo a partir del segundo volumen, cuando Martín Maurel tomó el relevo de Javier Olivares.
Javier Olivares abandonó el proyecto porque no estaba de acuerdo con los derroteros que estaba tomando. Él quiso hacer de la rigurosidad su bandera. Ahora están más interesados en vender libros que en la calidad. Pese a ello, el éxito de público es considerable tanto en la televisión española como en la mexicana donde se ha convertido en todo un fenómeno.
Al acto asistió el editor de la editorial Penguin Random House, David Trías, que reivindicó la importancia que están teniendo en la actualidad los guionistas de televisión en su reconversión a escritores. “Un guionista solo escribe lo que la cámara puede recoger. Para convertirlo en libro se ha de hacer una reconstrucción”. Es algo que se está poniendo de moda en la actualidad, convirtiendo los guiones en libros. Cuando sería más fácil y lógico hacerlo al revés.
Para el filólogo y guionista Martín Maurel la novela no pretende, al igual que la serie, sustituir a los libros de historia. Más bien al contrario, pretenden incentivar al lector para que lea las fuentes verdaderas, los libros de historia. “Nuestra función es hacer una serie de televisión y un libro que no aleccionen a los historiadores”, señala el autor del libro sobre la tercera temporada de la serie.
Martín Maurel cree que las tres partes tienen motivaciones diferentes y eso se nota en el guión. Mientras la primera temporada era como un cuento de hadas en el que se llegaba al poder, en el segundo, ya en él, el reinado se hace fuerte y se impone con éxito, llegando hasta la conquista de Granada. En su opinión, el tercero es más importante, porque los Reyes Católicos se encuentran en el cénit del poder, de su gloria y es cuando se realiza un viaje emocional que pretende explicar cómo eran los reyes y sus comportamientos hasta que todo lo construido se les va de las manos dejando el poder en manos de una loca y de un traidor. Una visión demasiado simplista, como podemos apreciar.
Entre el segundo y el tercer volumen se puede observar una mirada distinta a la hora de acometer la obra. Mientras que el segundo está escrito en pasado con una clara finalidad de llevar al lector de la mano y enseñarle poco a poco los acontecimientos que se va tratando, el tercero se describe en pasado con una presencia más lejana del narrador.
Tanto Michelle Jenner como Rodolfo Sancho se mostraron muy satisfechos tanto del trabajo realizado como de los contenidos de la serie. “Ha sido un placer trabajar con textos y situaciones tan elaboradas”, afirmó Rodolfo Sancho, que calificó la serie como hiper verbal, con muchos diálogos y dijo en tono de humor “casi estamos mejor cuando callamos que cuando hablamos”. “Fue un placer estudiarnos sus textos”, concluyeron ambos actores.
En cuanto a la polémica de los hechos de Cádiz y de los muchos gazapos que pueblan la serie, el guionista se defendió diciendo que “la objetividad de los textos es muy reciente y las fuentes suelen ser muy sesgadas”. Sin embargo, tenemos un magnífico archivo en Simancas donde se guardan todos los tratados firmados por los reyes y en sus estanterías se puede encontrar información sobre casi todo. Sólo que la investigación es cara y se puede salir del paso contando cualquier inconveniencia.
Una novela histórica ha de basarse en hechos históricos, si no estaríamos hablando de ficción. Otra cosa es que se puedan ficcionar en una novela histórica diálogos que, evidentemente, no sabemos cómo se llevaron a cabo. La credibilidad y la verosimilitud de un texto radican en saber conjugar los hechos históricos con la ficción. Cualquier otra cosa es una manipulación, algo a lo que nos tienen acostumbrados desde Diagonal TV.
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