Se ha presentado en Madrid el libro titulado "Mírame: mujer y misterio en Julio Romero de Torres". El evento tuvo lugar en Euskal Etxea con la presencia de los urdidores del proyecto. Álvaro Bermejo se encargó del texto, Joseba Urretavizcaya estuvo a los mandos de la cámara fotográfica y el librero Juan Luis Piqueras de la edición y coordinación de todos los medios; fueron muchos, para llevar a cabo la espectacular edición en este 150 aniversario del nacimiento del pintor cordobés.
El proyecto ha consistido en recrear muchos de los mejores cuadros de Julio Romero de Torres en fotografías con modelos actuales. “Han sido 547 las instantáneas que se han realizado con muchas mujeres y hombres voluntarios, siempre con la intención de respetar las obras originales”, señaló el mentor del proyecto Juan Luis Piqueras que definió a su librería La Inaudita como “el epicentro utópico cultural al que hemos dado unas coordenadas cordobesas”.
Álvaro Bermejo comenzó su intervención señalando que el libro surge de una palabra clave: "Mírame". Esta palabra no solo es un título, sino que representa el eje central de la obra, un constante juego de miradas que invitan al lector a explorar la complejidad de la percepción en la obra de Romero de Torres. Según Bermejo, “la mirada es fundamental para entender tanto la obra del pintor como la forma en que esta ha sido recibida y reinterpretada a lo largo del tiempo”.
Bermejo destacó que, a menudo, la figura de Julio Romero de Torres es asociada con un folklorismo decadente y una visión reduccionista de su trabajo. Sin embargo, el autor se atrevió a desafiar esta percepción, afirmando que Romero de Torres es, en esencia, “un pintor europeo de vanguardia”. Esta aseveración, que puede resultar desconcertante para algunos, busca reivindicar la formación clásica del pintor y su evolución a través de las corrientes artísticas europeas de finales del siglo XIX y principios del XX.
El autor argumentó que, aunque la imagen popular de Romero de Torres pueda estar ligada a elementos folklóricos, su obra es, en realidad, un arte genuino que trasciende las etiquetas convencionales. Bermejo enfatizó que cuanto más reconocible y folklórico se vuelve el arte de Romero de Torres, más desconcertante se hace para el espectador, lo que subraya la necesidad de una nueva mirada crítica hacia su legado.
Bermejo también abordó la relación entre la Córdoba actual y la figura femenina, un tema que se explora a través de la parte fotográfica del libro. Sin embargo, lo que más le interesa al autor es romper con los tópicos y clichés que rodean a Julio Romero de Torres. Con un tono provocador, Bermejo se refirió a su texto como un documento explosivo que podría incomodar a quienes se aferran a una visión convencional de la historia del arte en Córdoba y más allá.
El autor anticipó que su obra podría generar reacciones encontradas, tanto en Córdoba como en Madrid, donde el arte de Romero de Torres es, a menudo, visto a través de un prisma más tradicional. “No es un pintor cómodo ni lo hemos querido presentar como tal”, afirmó Bermejo, subrayando que su libro está destinado a lectores dispuestos a asumir riesgos y a explorar nuevas interpretaciones del arte.
El libro invita a una reflexión profunda sobre la identidad artística de uno de los pintores más emblemáticos de España. Con su enfoque audaz y su compromiso con la verdad artística, Álvaro Bermejo desafia a los lectores a mirar más allá de lo evidente y a cuestionar las narrativas establecidas.
Joseba Urretavizcaya, conocido en tierras cordobesas como Pepe Urreta reflexionó sobre su experiencia como editor y su conexión con la cultura andaluza. "No soy cordobés, pero me siento muy contento y con ganas de hacer muchas cosas en Córdoba", afirmó, destacando la importancia de recoger testimonios y tradiciones que están en peligro de desaparecer. En un mundo donde las generaciones más viejas se van, es crucial documentar sus historias y conocimientos, especialmente en regiones ricas en cultura como Andalucía.
Durante la presentación, se mencionó cómo Córdoba representa una esencia única que se entrelaza con el pensamiento del fotógrafo. "Córdoba es una ciudad maravillosa, tranquila, y nunca entenderé bien su complejidad, pero me siento atraído por ella", expresó. Esta conexión personal con la ciudad es fundamental para comprender la obra de Julio Romero de Torres, quien capturó la esencia de su entorno a través de su arte.
Álvaro Bermejo hizo hincapié en la importancia de los "cruces de miradas", es decir, la necesidad de que personas de diferentes regiones y culturas compartan sus experiencias y perspectivas. "Es un riesgo conocernos, pero es un riesgo que vale la pena tomar", subrayó, refiriéndose a la colaboración entre artistas y editores de diferentes orígenes.
Es fundamental reivindicar el perfil vanguardista y disruptivo de Romero de Torres, alejándolo de la imagen estática que a menudo se le atribuye
Uno de los puntos más destacados de la charla fue la necesidad de reevaluar la figura de Julio Romero de Torres en el contexto del siglo XXI. "El gran veneno que aflige a Romero de Torres es tenerlo en el museo como un pintor del siglo XIX, al que se le mira con cierta nostalgia", comentó. En su opinión, "es fundamental reivindicar el perfil vanguardista y disruptivo de Romero de Torres, alejándolo de la imagen estática que a menudo se le atribuye".
El escritor también mencionó su deseo de que su trabajo contribuya a una nueva apreciación de la obra de Romero de Torres, no solo en Andalucía, sino en un contexto más amplio. "Quiero creer que se enriquece viéndola desde tan lejos y desde tan cerca", afirmó, sugiriendo que la distancia temporal y espacial puede ofrecer nuevas perspectivas sobre el arte.
Además de la discusión sobre el arte, el evento incluyó un componente gastronómico. El fotógrafo vasco trajo un queso especial, elaborado por un pastor en las montañas, y un aceite de oliva de cosecha temprana, destacando la importancia de la gastronomía en la cultura andaluza. "Lo que importa es el queso", dijo, enfatizando que, aunque el pan no llegó a tiempo, la experiencia de compartir alimentos es fundamental para la conexión cultural.
Este enfoque en la gastronomía como un elemento de unión entre las personas resalta la importancia de las tradiciones locales y cómo estas pueden ser un vehículo para el entendimiento y la apreciación mutua. "Los subversivos somos nosotros, porque unimos a través de la cultura", concluyó el editor, subrayando la idea de que la colaboración y el intercambio cultural son esenciales para el enriquecimiento de la sociedad.
La presentación "Mujeres y misterio en Julio Romero de Torres" no solo fue una exploración del arte y la cultura andaluza, sino también un llamado a la acción para preservar y celebrar las tradiciones que nos conectan. A medida que las generaciones cambian, es vital que sigamos recogiendo y compartiendo las historias que nos definen como sociedad. La obra de Julio Romero de Torres, con su rica simbología y su profunda conexión con la mujer y la cultura andaluza, continúa siendo un tema relevante y fascinante que merece ser explorado y apreciado en toda su complejidad.