Se la han sacado de la manga para justificar su inepcia. Les da igual todo. Y eso que nosotros les pagamos el sueldo. Saben que hay controversia, saben que no queremos que la cambien, saben que no se han demostrado los beneficios que preconizan. Pero se pasan la lealtad institucional a los votantes por el arco de Trajano. La lealtad institucional no es solo para que entre ellos se controlen sus contubernios y chiringuitos. Nosotros también merecemos lealtad y respeto. Y no me digas que polarizo. Cuando les interesa, ellos sí que polarizan y pervierten las Administraciones Locales, Autonómicas, Organismos públicos y privados, fiscalías, poderes del Estado, jefaturas y medios de comunicación. Nosotros solo queremos que no nos descontrolen el sueño. El sueño es sagrado. No me lo toques, tío.
No pienses que el cambio de hora es una cuestión menor. No hay cuestiones menores. Recuerda lo que puede hacer el aleteo de una mariposa. También una hora o una gota puede colmar el vaso y es lo que va a pasar en este país. Las malas horas llegan solas, no hace falta que las llames ni juegues con ellas. Estamos muy hartos. Advertidos están.