"La antigua Roma en cincuenta monumentos" es un libro ilustrado excepcional que reúne a un destacado arqueólogo, ocho talentosos ilustradores, veinticinco museos e instituciones, y cincuenta monumentos. Esta obra nos invita a explorar mil años de historia de la antigua Roma, destacando su impresionante arquitectura, que es tan eterna y universal como la propia ciudad. A través de sus páginas, se profundiza en el significado y la historia de estos monumentos, así como en su importancia cultural y política y su influencia en la vida cotidiana de los romanos.
El efecto que las ruinas monumentales de la antigua Roma generan en los visitantes en la actualidad es, sin duda, un tenue reflejo de lo que experimentaron aquellos que las vieron en su máximo esplendor. Ante el Coliseo, ¿cómo no sentirse deslumbrado, abrumado e insignificante? Al recorrer los templos del Capitolio o al pasar bajo un arco que conmemoraba victorias en los confines del mundo, ¿quién no se siente parte de algo vasto, poderoso y eterno, de un imperium sine fine? La imagen del emperador como casi divino surge al observar cómo el sol brillaba sobre el coloso de Nerón o al disfrutar de la generosidad de Caracalla en unas lujosas termas. Tanto en la antigua Roma como hoy en día, la arquitectura y el diseño urbano tienen un significado profundo. Este libro ilustra cómo los edificios y los programas arquitectónicos influyeron en la conciencia pública de los romanos, moldeando su autoimagen y percepción, así como las dinámicas entre emperadores y súbditos. La identidad del constructor y las razones detrás de cada monumento eran tan relevantes como la estructura misma o su propósito. A lo largo de los siglos y bajo diversos gobernantes, desde la República hasta el Imperio, un pequeño asentamiento de chozas de barro se transformó en una resplandeciente ciudad de mármol.
El libro de Paul Roberts, quien es el jefe de investigación del Departamento de Antigüedades en el Ashmolean Museum of Art and Archaeology en Oxford, presenta una historia milenaria que entrelaza los monumentos más imponentes de la antigua Roma. A través de esta narrativa, se destacan los aspectos políticos, sociales y culturales que sirvieron de telón de fondo, así como las motivaciones humanas detrás tanto de su construcción como de su eventual destrucción. En sus páginas, los lectores tienen la oportunidad de explorar los monumentos romanos y sumergirse en una ciudad vibrante y llena de vida. Se evocan imágenes y sonidos que van desde el clamor de la multitud en el Circo Máximo hasta el bullicio del mercado de Trajano; desde la vertiginosa contemplación vertical de la columna de Marco Aurelio hasta el deslumbrante brillo de los mármoles y mosaicos en las termas Diocleciano. Esta obra, enriquecida con un impresionante caudal de ilustraciones, mapas y fotografías, reafirma que Roma ha sido, es y siempre será la Ciudad Eterna.
Cincuenta monumentos emblemáticos de Roma son el enfoque del libro, que incluye desde teatros y templos hasta termas y puentes. Situados dentro de las murallas romanas, estos monumentos son accesibles al público, lo que facilita la exploración de su arquitectura y el significado que tenían en la vida cotidiana de los romanos.
Las estructuras monumentales no solo cumplen la función de ser edificaciones físicas, sino que también simbolizan el avance político, social y cultural de Roma. Cada uno de estos monumentos posee un significado específico, relacionado con la celebración de eventos, personalidades históricas o ideas fundamentales, lo que pone de manifiesto la identidad y la historia romanas.
El impacto de estos monumentos en la vida de quienes los construyeron o utilizaron es una de las interrogantes que aborda el libro. Se investiga de qué manera los monumentos afectaban la vida social y diaria de los romanos, transformándose en lugares de interacción y memoria compartida.
Los monumentos en Roma desempeñaron un papel crucial en la manifestación y perpetuación del poder. Además de embellecer la ciudad, estos edificios actuaban como recordatorios concretos del dominio de los emperadores y su influencia en la sociedad romana. La monumentalidad que caracteriza a Roma, que ha resistido el paso del tiempo, continúa siendo un testimonio del poder y las aspiraciones de sus líderes.